Biblioteca Nacional y Museo Albertina
En plan paseo por Viena, y sin tenerlo planificado, acabamos visitando la Sala Principal de la Biblioteca Nacional de Austria (State Hall), que forma parte del complejo del Palacio Hofburg. Tropezamos con la entrada y nos pareció interesante y breve. Todo un acierto, porque es una de esas bibliotecas de dejar boquiabierto. Barroquismo puro, techos decorados, estatuas, dorados, molduras y miles de volúmenes a la vista. Un básico, sin duda.
Cerca de la biblioteca está el Museo Albertina, también parte del Hofburg. Yo ya lo conocía y me reafirmo en que está francamente bien: manejable y con pintura principalmente de los siglos XIX y XX, de los Impresionistas a Picasso. Una parte del museo son salones originales del palacio. La exposición temporal estaba dedicada a Schiele pero, salvo algunas obras aisladas, no me gustó especialmente. Descubrí esta vez a qué venía toda esa pasión por los conejos de colores, símbolo del museo, y es que guardan un grabado de Durero (cero interesante) con el animalito en blanco y negro.
Nos hemos quedado con más ganas de Viena, porque la ciudad ofrece mucho y mis visitas hasta ahora siempre han sido demasiado breves. Espero no tardar otros 8 años en volver. Dentro de 2, en 2019, celebrarán el Europride, con Conchita Wurst como embajadora (of course), así que tal vez esa podría ser una buena oportunidad.
Nos hemos quedado con más ganas de Viena, porque la ciudad ofrece mucho y mis visitas hasta ahora siempre han sido demasiado breves. Espero no tardar otros 8 años en volver. Dentro de 2, en 2019, celebrarán el Europride, con Conchita Wurst como embajadora (of course), así que tal vez esa podría ser una buena oportunidad.