martes, 11 de abril de 2017

Biblioteca Nacional y Museo Albertina

En plan paseo por Viena, y sin tenerlo planificado, acabamos visitando la Sala Principal de la Biblioteca Nacional de Austria (State Hall), que forma parte del complejo del Palacio Hofburg. Tropezamos con la entrada y nos pareció interesante y breve. Todo un acierto, porque es una de esas bibliotecas de dejar boquiabierto. Barroquismo puro, techos decorados, estatuas, dorados, molduras y miles de volúmenes a la vista. Un básico, sin duda. 

Cerca de la biblioteca está el Museo Albertina, también parte del Hofburg. Yo ya lo conocía y me reafirmo en que está francamente bien: manejable y con pintura principalmente de los siglos XIX y XX, de los Impresionistas a Picasso. Una parte del museo son salones originales del palacio. La exposición temporal estaba dedicada a Schiele pero, salvo algunas obras aisladas, no me gustó especialmente. Descubrí esta vez a qué venía toda esa pasión por los conejos de colores, símbolo del museo, y es que guardan un grabado de Durero (cero interesante) con el animalito en blanco y negro.

Nos hemos quedado con más ganas de Viena, porque la ciudad ofrece mucho y mis visitas hasta ahora siempre han sido demasiado breves. Espero no tardar otros 8 años en volver. Dentro de 2, en 2019, celebrarán el Europride, con Conchita Wurst como embajadora (of course), así que tal vez esa podría ser una buena oportunidad.