jueves, 4 de diciembre de 2014

Correr en otoño

Todos estos meses desde que empecé a trabajar en París estoy sin gimnasio. Hay uno cerca de la oficina pero lo probé un día y no me gustaron las instalaciones. Pensé en esperar a encontrar piso para buscar otro más adecuado en el barrio, y con esa idea han ido pasando los meses…

A falta de instalaciones, me he montado un ficherito excel en el que registro las flexiones y sentadillas que hago en casa casi a diario, y también los pasos  que doy (he recuperado el aparatito aquel de hace un par de años y lo llevo todo el día a la cintura!). También salgo a correr alguna vez, bien en fin de semana, o incluso algún día muy temprano, antes de ir a la oficina. Hasta ahora el tiempo ha sido muy bueno, y era un gusto disfrutar de los colores del otoño, sobre todo en el Bois de Boulogne, que me queda cerca. Sin embargo, a partir de esta semana las temperaturas han bajado un montón. Esta madrugada corrí con la sensación de despedida de mis ocasionales sesiones matutinas, y de darle la bienvenida al invierno.