viernes, 14 de septiembre de 2012

Momento piscina

Haciendo cálculos resulta que dBt y yo no "viajábamos" en plan vacaciones desde hace 3 años, cuando fuimos a Japón. Esto excluye las vacaciones en España y las numerosas escapadas de fin de semana largos en Francia. Eso explica que estemos encantados con esta semana de vacaciones en los Alpes. 

Hemos dividido  la estancia en Chamonix en 2 etapas: un hotelazo de lujo y un hotelito con encanto, los dos muy recomendables.  Del primero lo mejor es la piscina, mitad cubierta, mitad exterior, con vistas directas al Mont Blanc y la Aiguille du Midi (un pico muy famoso por su verticalidad y porque se puede acceder a sus casi 4.000 metros en teleférico). Ha sido inolvidable disfrutar de esa piscina al atardecer, los dos solos, y poder nadar con esas vistas. La otra gran atracción de ese hotel es el restaurante gastronómico, con dos estrellas Michelín. Todo muy fino, hasta los tomates, y de raciones muy razonables, hasta llegar al carro de quesos y el carro de postres dónde desbordan las calorías. Los "petit four", los mini-postres finales que acompañan al café, los acabamos subiendo a la habitación en una cajita.