Mont Saint-Michel
Es uno de los iconos turísticos de Francia y lo teníamos en el listado de "pendientes". La oportunidad para visitarlo ha surgido ahora, al venir jap a París para acompañarme en mi viaje de vuelta a Madrid en coche para cerrar temas con mi empresa. Al conducir los dos, se han hecho muy llevaderos los aproximadamente 400 km desde París. Hicimos noche en Pontorson, un pueblo a unos 10km del Mont Saint-Michel, que resultó ser una buena elección: buen precio y sin aglomeraciones.
El Monte Saint-Michel es una especie de isla-península en la que una mega-abadía ocupa casi todo el espacio natural desde aproximadamente el año 1000. Es visible desde muchos kilómetros de distancia, unos 15-20. Deja pasmado pensar cómo se pudo construir semejante abadía en aquella época... Por fuera es impresionante desde cualquiera de sus ángulos. La marea baja permite pasear por la bahía entre arenas movedizas. Por dentro, es un poco laberinto. Las distintas estancias están totalmente vacías y se reparten entre 3 pisos: iglesia y claustro, sala de estudio de los monjes, refectorio...
La anécdota de la visita han sido las famosas tortillas de la Mère Poulard, un hotel-restaurante situado en la entrada del recinto amurallado. Las hacen a la vista y están buenas, pero su precio es claramente excesivo. Tomamos el menú de ... 45 euros, por un entrante, una tortilla simple con la mitad del huevo a punto de nieve y un postre. Eso sí, un montón de famosos han pasado también por el local... no se consuela el que no quiere ;). Para los precavidos, mejor echar un ojo antes a las críticas del local.
El Monte Saint-Michel es una especie de isla-península en la que una mega-abadía ocupa casi todo el espacio natural desde aproximadamente el año 1000. Es visible desde muchos kilómetros de distancia, unos 15-20. Deja pasmado pensar cómo se pudo construir semejante abadía en aquella época... Por fuera es impresionante desde cualquiera de sus ángulos. La marea baja permite pasear por la bahía entre arenas movedizas. Por dentro, es un poco laberinto. Las distintas estancias están totalmente vacías y se reparten entre 3 pisos: iglesia y claustro, sala de estudio de los monjes, refectorio...
La anécdota de la visita han sido las famosas tortillas de la Mère Poulard, un hotel-restaurante situado en la entrada del recinto amurallado. Las hacen a la vista y están buenas, pero su precio es claramente excesivo. Tomamos el menú de ... 45 euros, por un entrante, una tortilla simple con la mitad del huevo a punto de nieve y un postre. Eso sí, un montón de famosos han pasado también por el local... no se consuela el que no quiere ;). Para los precavidos, mejor echar un ojo antes a las críticas del local.