Navidades con Vampiros
Este año estoy teniendo vacaciones de Navidad escolares. Un lujazo de más de dos semanas sin pasar por la oficina y la única "molestia" de unas pocas horas de teletrabajo revisando correos electrónicos alguno de los días.
-
Muchos días pero ningún planazo éxotico. Primera semana en Vigo para pasar la Navidad. Días de sol invernal espléndidos. Algo de catarro y atiborre de lectura fácil adolescente: Crepúsculo y Luna Nueva (la segunda parte), el fenómeno literario y cinematográfico de la temporada. Me quedan todavía dos libros más de la saga pero ya me los voy a ahorrar porque no creo que la historia dé para tanto y quedé saturado de la tontería de la protagonista, todo el día entre desmayada y suspirando por su vampiro.
-
Volví a Madrid desde Vigo para hacer traslado de apartamento con dvt. Mismo edificio, misma planta, mismo rellano; simplemente unos metros más allá. Un traslado fácil pero nadie te ahorra el reorganizamiento de espacios y armarios. La convivencia marital está ahora realmente cerca, y yo me voy relajando ya un poquito. Como que lo voy asimilando, aunque aún me cueste un poco pensar que voy a volver a compartir espacios y tiempos cotidianos con alguien.
-
Traslado un sábado y viaje a Barcelona en coche el domingo; dónde seguimos. Están también con nosotros Charo y Belén, que han venido a pasarse unos días. Tenían ganas de visitar la ciudad y era una buena oportunidad para aprovechar que todavía tenemos casa aquí; la expectativa es que en febrero este piso ya esté alquilado (snif, snif).
-
El Fin de Año lo hemos pasado en el restaurante de los Thai-friends. El resto de días están siendo muy tranquilitos, que si subir al Tibidabo, que si paseo por el Forum, que si comida en el Port Olimpic o compra de chocolates en el Born. También hemos ido a ver Crepúsculo, la película; entretenida y muy fiel al libro. Y durante las noches, nos vamos tragando capítulos de True Blood, serie de vampiros que me dejó Ana; una auténtica sobredosis de colmillos :)