Domingos de cumpleaños

Los dos últimos domingos de febrero han estado marcados por mi cumpleaños. El pasado salimos a celebrarlo con jap y con Carlos (que se vino unos días a Madrid desde Zurich). Fuimos a la Arallo Taberna, un restaurante gallego-fusión en la calle Reina que nos gustó bastante. Es concepto tapas galaico-asiáticas con decoración de estilo industrial y música "after". Después de comer fuimos a tomar una copa a la terraza ella Sky Bar, en Gran Vía 42, Aunque el día estaba gris, disfrutamos de los tejados de Madrid en dos direcciones: hacia la Plaza Luna y el barrio de Malasaña y hacia la Gran Vía y la Plaza de Callao. Ha habido una gran proliferación de  terrazas en la Gran Vía, y se han convertido en un género en sí mismas. Con esta ya hemos visitado unas cuantas, como Picalagartos, El Gourmet de Callao, o el RIU de Plaza de España, pero nos siguen quedando  algunas más pendientes. 

Como regalo de cumpleaños, dBt me llevó este domingo a un concierto acústico de Algora, en el Umbral de Primavera, una pequeña sala alternativa en el barrio de Lavapiés. Cantó una selección de temas de todas sus épocas (a lo tonto, ya lleva algo más de 10 años componiendo). Sonó bien, como siempre, con esas letras tan poéticas y esa voz tan bonita que tiene. Con todo, nos resulta más ameno cuando actúa con La Prohibida. Los dos salen ganando cuando hacen duetos, ya sea de canciones de uno o de otra.