martes, 5 de enero de 2021

Don Giovanni

Hemos vuelto a la Opera. Ha sido nuestro segundo gran intento después de la experiencia de Carmen en París y de nuevo con entradas regaladas. Parece que, salvo que alguien nos empuje, nunca encontramos el momento operístico adecuado. En esta ocasión, fue Alberto, el responsable, quien por lo visto tenía en mente llevarnos por primera vez al Teatro Real desde la boda. Y para colmo de coincidencias, nos encontramos entre al público, muy cerca de nuestro asiento, a Tavi, quien había venido a tocar el saxo en la boda travesti

La obra en esta ocasión era el Don Giovanni de Mozart, en una producción "moderna", de hace 12 años, en la que la acción transcurre en un bosque giratorio y los personajes son actuales (con marquesinas, coches y porros). Los días anteriores, dBt y yo escuchamos algo la música y leímos el argumento para no estar demasiado perdidos. Fue un buen método porque seguimos todo bastante bien (aunque con los subtítulos eso no tiene mucho mérito). 

Esta nueva experiencia con la Opera nos gustó algo, pero sin llegar a entusiasmar. Reconocemos el mérito de todo el montaje y la calidad musical pero seguimos sin llegar a conectar realmente con el género. Comentándolo con dBt, su teoría es que le falta alegría. Creo que no le falta razón: es todo muy melodramático. Le falta el tono feliz de los musicales.