sábado, 14 de octubre de 2023

Luces y sombras de otoño

Estas dos primeras semanas de octubre han sido de sol radiante en Ginebra y temperaturas diurnas muy elevadas, en torno a los 25 grados. Han sido días de amaneceres y atardeceres luminosos. Nunca me cansó de mirarlos y disfrutarlos, aunque he tenido la cabeza demasiado ocupada en temas laborales, pensando seriamente en plantarlo todo y cerrar la etapa ginebrina, dada la carga de trabajo y el desparrame reinante

Entre una semana y otra, pasé el fin de semana pasado en Vigo, con David. Mi madre está estupenda, pero más cansada físicamente y a mí, cada vez, me angustia más la perspectiva de perderla. Aunque eso me hace fantasear con la idea de dejar el trabajo y volverme a España, todo apunta a que me van a dar más responsabilidades y, de momento, me enredaré algo más en Ginebra.