jueves, 1 de diciembre de 2022

Paseos de otoño en Ginebra

Juan vino a descubrir Ginebra el fin de semana pasado. Era la única oportunidad este año porque el resto de fines de semana, todos los de diciembre, viajaré yo a Madrid. 

Tuvimos mucha suerte con el tiempo: nada de lluvia, bastante sol y temperaturas muy razonables.  Decidimos dejar los museos para futuras ocasiones, en las que el tiempo no sea tan agradable y dar largos paseos. La única visita que hicimos fue la de la catedral, con subida incluida a las torres, desde las que hay unas vistas impresionantes a toda la ciudad y las montañas circundantes. 

Aprovechamos el buen tiempo para patear la ciudad y el lago de una ribera a la otra. En ambos extremos de la ciudad hay parques que, en esta época, aún conservan los colores del otoño. 

Mirando el mapa, del lado izquierdo (en realidad, es la ribera derecha del lago), están los parques de Mon Repos y la Perle du Lac, entre otros. En realidad son todos un único parque, con continuidad, en el medio de los cuales hay algunos edificios, como un museo y la sede de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Por otra parte, del lado derecho (en realidad ribera izquierda del lago ya que las riberas e definen en función del cauce del río Ródano), la ciudad acaba con una zona de playas y los parques de Eaux-Vives y La Grange (de nuevo parques unidos, con continuidad). En todos esos parques que recorrimos, a derecha e izquierda, nos encantó descubrir la variedad de árboles de gran porte y la mezcla de colores otoñales, entre ocres, rojizos y amarillos. Una belleza todo, y apunta que en esta ciudad hay verdaderamente 4 estaciones, cada una con sus luz peculiar y sus propias tonalidades vegetales.