miércoles, 28 de noviembre de 2018

Compraventa de Pisos

La semana pasada estuve de reuniones de trabajo en Milán. En cierto modo, fue la de despedida definitiva a la región que  llevaba hasta ahora. Fue muy gratificante ver que 5 de los 7 directores generales de distintos países asistentes querían tener reuniones individuales conmigo por distintos temas "personales", señal de que realmente había encajando bien con ellos y tenía cierta credibilidad. Ahora tendré que enfocarme en construir la relación con los directores de la nueva región. Una de las noches en Milán tuvimos cena al lado del Duomo, también muy bonito de noche. 

De Milán volé a Madrid. Fue un plan de última hora porque me enteré de que hacían una fiesta despedida sorpresa a Charo. Cambia de aires: ha vendido su piso en Madrid y acaba de encontrar otro en Málaga, a dónde se traslada para estar cerca de su familia. La fiesta fue muy agradable y me alegré mucho de haber participado, bailado y charlado con unas y con otros, incluyendo a Alberto, al que sólo veo muy ocasionalmente. 

El traslado de Charo a Málaga me da mucha pena pero intento ser positivo y pensar que si hemos mantenido la relación en esta última década de vaivenes y viajes entre París y Londres, también seremos capaces de hacerlo a partir de ahora. Además Málaga es un destino que nos apetece mucho descubrir. 

Estos días en Madrid sirvieron también para confirmar que seguimos adelante con la compra del Piso de Reyesaquel que vimos por primera vez hace mes y medio, al lado de la Plaza de España. Tenemos mezcla de nervios e ilusión. Pinta que la firma será a finales de diciembre y que nos esperan muchos meses de obras para reformarlo. Exploré toda la zona con jap en plan paseo largo: recorrimos la nueva Gran Vía, reformada por Carmena, con sus nuevas aceras, farolas, y luces navideñas, pero también los barrios de Malasaña y Noviciado que en el futuro serán parte de nuestra geografía cercana.

Se acerca al final del otoño y, justo estos días, M, el bonsai de jap al que ya presenté en otra ocasión, luce sus naranjas y ocres. Es una pena que le duren tan poco porque se pone precioso. El Retiro también anda estos días con tonos rojizos y dorados. Nos acercamos hasta allí para ver la exposición de Jaume Plensa en el Palacio de Cristal (de hecho, casi no se distinguen en la foto). Se llama "Invisibles" y son 3 mega-figuras femeninas que se difuminan entre el metal y el cristal del espacio.  Me gustó regular pero tal vez sea porque estaba muy masificada de gente y había que esquivar demasiados selfies y chicas-modelo en pose seductora.