sábado, 25 de junio de 2016

Cenas de verano en Zurich

Esta semana llegó finalmente el verano a Zurich, aunque ha sido efímero porque este fin de semana volvían las lluvias. El caso es que de miércoles a viernes estuvieron unos días espectaculares, en torno a los 30 ºC. Calor húmedo, pegajoso, del que no soporto, vamos. Y una ciudad que, una vez más, no está preparada: por ejemplo, no hay aire acondicionado en la oficina, ni en los restaurantes. 

Una de las noches tuve cena de empresa en el restaurante Fischstube, un sitio muy agradable al borde del lago, en la zona de Bellevue. Ahí entendí lo que es el ambiente veraniego de Zurich: barquitos, bañistas y playa en el lago dan sensación de ciudad de vacaciones. Desde esa zona los Alpes se ven espectaculares. 

Otra de las noches cené con un ex-consultor con el que había trabajado en un proyecto a finales del año pasado, un finlandés que vive ahora en Londres y se preguntaba que pasaría con el Brexit (aún no sabíamos los resultados). Cenamos en el Hiltl, un vegetariano que por lo visto es afamado internacionalmente. 

Finalmente, el viernes, con gran emoción y diversión, participé en la cena del grupo gay que existe en mi empresa. En realidad, es una red de amigos, que han ido conectando unos con otros y celebrando cenas cada cuatrimestre desde hace 2 años. Son unos 12. Estuvimos en el restaurante Münsterhof, que  preparan una especie de tapas, platos pequeños pero que no son a compartir. Se pueden elegir de 2 a 7 platos. Después nos tomamos una copa en el Cranberry Bar, que por lo visto es un clásico de la ciudad. La cena de septiembre me tocará organizarla a mi, y tendré que invitar a alguien nuevo.