Despedida de Great Cumberland Place
Son nuestras últimas horas en el piso de Great Cumberland Place. Nos toca decir adiós a la vecina, aunque no la hayamos visto nunca, y a las vistas, de un lado la torre BT, en plan icono de Londres, y del otro lado la plaza Bryanston Square, por la que he visto pasar todas las estaciones en estos últimos 15 meses.
En los últimos tiempos, desde mediados de abril, el edificio se había quedado vacío. Todos los vecinos se fueron mudando paulatinamente, al saber que no renovaban los contratos de alquiler. El propietario, un millonario indio, ha decidido convertir el edificio completo en su residencia londinense. Una pena, porque yo estaba muy a gusto aquí, sobre todo por el espacio, una distribución con mucho encanto y muchos armarios, y la ubicación. Sin embargo, había también inconvenientes importantes: mal aislamiento para el invierno, con esas ventanas por las que entraba el frío por todas las rendijas, tercer piso sin ascensor, sin lavavajillas...
Toca cambiar de etapa y eso también tiene sus ventajas. El nuevo piso va a tener otras comodidades y además lo vamos a montar en pareja desde el principio. No como en este, que parecía mi piso de soltero, ya que dBt sólo se vino recientemente, tras el cierre de la etapa parisina. Echaremos de menos, en cualquier caso, las vistas a la plaza desde el baño, y esos atardeceres de primavera-verano.