Pekin Exprés

Lo confieso. Me he enganchado a un programa de telerealidad. Como todas las adiciones comenzó de casualidad: un buen domingo, pones la tele y ves a Paula Vázquez hablando de un viaje, distintas parejas que tienen que buscarse la vida... Total, que ahí sigo cada domingo, pendiente de las aventuras de las gemelas, los vascos, los abuelos tipo duo-dinámico... Viviendo sus altibajos emocionales. Ahora ya sabéis porque blogueo menos... mis intereses vitales se han ampliado :).

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La verdad es que unas semanitas sin estar pendiente del blog sientan de maravilla porque notas una "obligación" menos en tu vida. Necesitaba dejar cierto margen después de Cuenca... final de verano, toma de decisión sobre vida en común con dvt... Etapa nueva y en breve piso nuevo.

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Los últimos fines de semana los he pasado en Madrid conmigo mismo, salvo el último que pasé en Barcelona. El domingo, despues de comer con los Thai-friends, vimos Camino, la película de Javier Fesser. Que queréis que os diga... que puestos a ver telerealidad, me quedo con Pekin Express. La película no está mal pero deja mal cuerpo. La historia es francamente dura y todo es tragedia tras tragedia, sin atisbo de esperanza. Y lo peor es que sabes que los hechos no son del todo reales pero las mentalidades sí...