Catalanidad
Fin de semana en Barcelona. Como tantos, visitando a mi noviete. Suelo referirme a él como noviete y no como novio, como si eso le quitara algo de formalidad al asunto. Pero lo cierto es que, a lo tonto, nos hemos enredado y ahora llevo una vida a caballo entre Madrid y Barcelona.
Ayer cenando en un restaurante la carta estaba sólo en catalán. No me importó lo más mínimo, of course. La entendí bastante bien. Me parece un atractivo más de la ciudad el hecho de que el catalán esté tan normalizado. Y nunca he tenido el más mínimo problema de comunicación aquí.
Tanta polémica en Madrid acerca de los catalanes es poco creíble cuando convives un mínimo en esta ciudad.
Habrá elecciones en un par de días. Cartelitos por aquí y por allá. Super diver los de ERC, tan humanos como tú. Pero sí, me ha gustado ver a Carod afeitándose. Una campaña con un toque diferente.
Mi novio dice que no votará. Yo no lo concibo mucho, porque siempre voto, pero me cuesta argumentarle motivos para hacerlo después de un tripartito tan controvertido.