viernes, 28 de febrero de 2020

ARCO 2020

A través de Lelong y Perrotin, dos galerías parisinas en las que hemos comprado alguna obra, conseguimos entradas para ARCO, tanto de las de profesionales como de las de público, de fin de semana. Acabamos usando las primeras el mismo día de la inauguración, el jueves, gracias a que yo tenía una tarde sin teleconferencias y pude "escaparme" sin problemas. Nos gustó mucho poder pasear por los stands sin grandes aglomeraciones de gente y charlar con algunos de los galeristas. 

No compramos nada pero nos gustaron varias cosas. Descubrimos la obra de Djamel Tatah, un franco-argelino que representa una galería al lado de casa, en París y por la que nos pasaremos cuando estemos de vuelta allí. Son cuadros de gran formato, con figuras masculinas o femeninas sobre fondos monocromos (primera foto abajo). Nos encantó, directamente. 

También descubrimos a Monika Buch, una abuela de Valencia que lleva 40 años viviendo en Holanda, en Utrecht, para más señas. La presentan como la única alumna española de la escuela Bauhaus y su obra juega con el estilo geométrico y las ilusiones ópticas (segunda foto abajo).

Además de descubrir artistas nuevos, nos reencontramos con muchos otros conocidos. Por ejemplo había mucha obra de Jaume Plensa y a puntito estuvimos de comprar alguna cosa. Lo cierto es que ya no sabemos que hacer con muchas de las obras que tenemos y el piso de Madrid no va a mejorar muchos las cosas porque tiene muchos balcones (7) y pocas paredes grandes. Así las cosas, estamos satisfechos de haber resistido la tentación y simplemente disfrutar de esta edición de ARCO sin comprar nada.