El Hermitage en El Prado
Días de encuentro pre-navideño con mis padres en Madrid similar al del año pasado: nos vemos unos días en casa de jap y luego en las Fiestas cada uno por su lado. Son días de cuchi-pandi, charletas y paseos. Como evento destacado de la agenda de este año la exposición El Hermitage en el Prado que reúne algunas de las obras principales del Museo de San Petersburgo: orfebrería en oro de las tribus nómadas de Siberia, pintura holandesa, española, francesa... algo de escultura, artes decorativas, algún vestido de la Corte... Es decir, un concentrado para hacerse una idea de todo lo que atesora el museo ruso, junto a fotografías del edificio, el Palacio de Invierno, y paneles explicativos sobre los zares que reunieron la colección de arte.
Mis padres disfrutaron mucho de la visita. Son unos auténticos "gafotas": no contentos con el audioguía, fueron leyendo la mayoría de los paneles explicativos de las obras. Yo también la disfruté aunque muchas de las obras me dejan indiferente. Lo mío son más los pintores-fetiche, esos de los que me hago fan, que suelen ser del siglo XX. Mis obras preferidas de esta exposición son las que muestro en las fotografías de abajo: dos cuadros de Matisse de colores intensos y la "Mujer con Sombrero Negro" de Van Dongen, un autor del que hicieron hace unos meses una exposición en París y a la que lamentablemente no fui (me pongo malo de pensarlo, aunque sé que no se puede hacer todo...).
Mis padres disfrutaron mucho de la visita. Son unos auténticos "gafotas": no contentos con el audioguía, fueron leyendo la mayoría de los paneles explicativos de las obras. Yo también la disfruté aunque muchas de las obras me dejan indiferente. Lo mío son más los pintores-fetiche, esos de los que me hago fan, que suelen ser del siglo XX. Mis obras preferidas de esta exposición son las que muestro en las fotografías de abajo: dos cuadros de Matisse de colores intensos y la "Mujer con Sombrero Negro" de Van Dongen, un autor del que hicieron hace unos meses una exposición en París y a la que lamentablemente no fui (me pongo malo de pensarlo, aunque sé que no se puede hacer todo...).