Atardeceres de otoño en Ginebra

Esta ha sido una semana de trabajo soberana. Se han acumulado varios casos complicados de relaciones con empleados, conversaciones intensas con directivos y reuniones múltiples de varios proyectos que estoy impulsando. Ha sido un cóctel explosivo que me ha dejado agotado física y emocionalmente. 

En medio de toda esa vorágine, me ha ayudado a gestionar el estrés la belleza de los atardeceres de otoño y las cenas con amigos. Dos de esas cenas fueron con compis de trabajo en el piso de Nicola. Sus barbacoas y, ahora que se acerca el invierno, sus fondues van camino de hacerse legendarias. Otras dos cenas fueron con Juan y David, que han venido de fin de semana largo. 

Nuevas perspectivas de Berna

Hemos vuelto a Berna. Si hace 3 meses fue con motivo del concierto de Depeche Mode, esta vez fue para encontrarnos con unos amigos que viven en Zug. Nos gustó mucho el reencuentro para ponernos al día y, además, aprovechamos para completar nuestro conocimiento de la ciudad.

Visitamos la catedral que, como todas las protestantes, no tiene demasiada gracia. Sin embargo, la subida a la torre merece mucho la pena porque ofrece muy buenas vistas del entramado del casco histórico. También visitamos el interior del Zentrum Paul Klee, cuyo edificio ondulante camuflado en el paisaje nos encanta. La colección, en cambio, es una decepción total. Claro, que a mi Paul Klee es un artista que me gusta más bien poco, así que la cosa no pintaba bien desde el principio. 

Campus EPFL: Rolex Center

En nuestro camino a Lausanne desde Rolle en bicicleta, tropezamos con un edificio ondulado que nos llamó la atención, así que nos acercamos a explorarlo con más calma. Descubrimos así el campus de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne, una de las universidades más punteras en todo el mundo en temas de ciencia y tecnología. 

El edificio estrella del campus es el Rolex Center, diseñado por un estudio de arquitectura japonés e inaugurado en 2010. Es una fantasía absoluta de espacio, con patios de formas ameboides entre los que se puede circular. El interior es aún más sorprendente, ya que el techo y el suelo van en paralelo, por lo que caminar supone un sube y baja de rampas y de emociones. Todas las fachadas del edificio son de cristal. Nos quedamos realmente impactados con el espacio, que está ocupado por la biblioteca, espacios de estudio, un restaurante, una cafetería y... un montón de colchonetas para que los estudiantes se tiren por el suelo, y hasta duerman la siesta. Hay una sección del edificio que es de silencio absoluto y allí nos quedamos nosotros también a dormir la siesta o, al menos, a intentarlo. Hasta me entraron ganas de ponerme a estudiar de nuevo. 

De Rolle a Lausanne en bicicleta

Este sábado hemos retomado las excursiones en bicicleta. Hacía un mes desde nuestro récord de 75 km ida y vuelta a Rolle desde Ginebra. Para evitar la repetición de tramos, esta vez fuimos en tren hasta Rolle y desde allí continuamos la exploración del lago Lemán hasta Lausanne, descubriendo nuevos paisajes y pueblos.

En total hicimos unos 35 km, con paradas en Saint-Prex, Morgues y Lausanne. Esta vez no hubo baños, porque ya estamos en otoño, pero descubrimos la playa de Vidy, en la entrada a Lausanne. Es la mejor playa que hemos visto hasta ahora en el lago: grande, con arena y un gran parque. Con todo, el gran descubrimiento de esta excursión fue el campus de la EPFL pero eso merece una entrada aparte.

Apuntes tras el susto

Pasé este fin de semana en Vigo y contribuí a la vuelta por etapas de mi madre a su casa. Después de pasar 5 días en el hospital, pasó otros 5 con mi hermano y cuñada, y el viernes la llevaron de vuelta a su casa, aprovechando que estaba yo. 

La he puesto a prueba estos días, saliendo, paseando, haciendo compra, y viendo cómo se desenvolvía con la cocina. La veo en buena forma, aunque no me acaba de tranquilizar su informe de alta. 

Esta visita me ha servido para completar el proceso de revisión y limpia que había empezado hace algunos meses, con las reliquias y los libros. Esta vez le tocó el turno a los apuntes de la Universidad. No tiré todo, por supuesto, pero sí un par de archivadores completos, entre fotocopias y apuntes de otros. Me quedo maravillado con todas las cosas que alguna vez leí y estudié: psicodiagnóstico, psicofisiología, química de la coordinación, metalurgia... A estas alturas creo que me costaría hasta explicar de qué iban algunas de esas asignaturas. Impresionante pensar los cientos de folios que han acabado en la basura y no han dejado rastro en mi memoria. 

Conferencia en la Real Fábrica de Tapices

Como todo, a lo tonto, han pasado varios años desde que di la última charla. Este jueves me reestrené y quedé satisfecho con el resultado. Es verdad que lo tenía fácil: eran tan sólo 10 minutos de intervención al estilo TED Talk en medio de toda una mañana dedicada a conversaciones en tipo panel, así que tanto el formato como el contenido destacaron. 

Aunque siempre me quejo del esfuerzo que suponen este tipo de colaboraciones, lo cierto es que, cada cierto tiempo, viene bien hacerlas por entrenarse y actualizarse. En este caso, además, la intervención tuvo el aliciente de realizarse en la Real Fábrica de Tapices, que no conocía. Me gustaron tanto los jardines como los salones y, por supuesto, los pocos tapices que pude disfrutar. 

Los malagueños y la Jonction

Este fin de semana hemos tenido visita: han venido de Málaga Carlos, Javier y Charo. Hay un vuelo directo de easyJet que promete, porque lo podrán utilizar para repetir y nosotros para hacer la ruta inversa cuando nos cansemos del otoño-invierno ginebrino. 

Hemos pasado juntos sólo un par de días pero los hemos aprovechado bien, entre caminatas y charletas. El viernes hicieron turismo con David y yo me uní después de trabajar. Nos encontramos en casa e hicimos la ruta de las playas. Cenamos en la terraza del Hotel del Parc des Eaux-Vives. Está muy bien, muy tranquila y con vistas al atardecer en el lago. Es un sitio repetible con buen tiempo.

El sábado hicimos el sendero de las Falaises de Saint-Jean, que sigue la ribera del Ródano hasta la confluencia con el Arve. El sendero acaba en unas escaleras y un camino empinado que sube hasta el viaducto del tren. Desde allí las vistas son fantásticas y se observa claramente la impactante unión de las aguas verdes del Ródano con las grises del Arve y el perfil de fondo de la ciudad, con el Jet d'Eau y las torres de la Catedral. Nos encantó a todos. David era el único que había estado anteriormente, durante la reciente visita de Geni y Candela. Desde el viaducto se cruzan los dos ríos y se atraviesa un parque forestal con cafetería y restaurante, ideal para hacer una paradita y tomarse un vino. Todo el recorrido me parece un planazo y un super básico de Ginebra. A partir de ahora, ya veo a todas las visitas desfilando por allí.

Completamos el sábado con una siesta al lado de Calvino, una visita fugaz a la Silla y el Palacio de Naciones Unidas, más lago y cena en Le 33, un chino en el casco viejo al que le teníamos muchas ganas y que es claramente repetible. 

Susto

Apenas dos días después de volver a Ginebra desde Vigo, mi madre ingresó en el hospital por sospecha de ictus. Se despertó con poca coordinación en las piernas y, después de algunas horas enredando en casa (que si ducha, que si desayuno, que si lavadora... ), decidió irse al centro de salud. La derivaron al hospital y allí pasó horas haciendo pruebas hasta que decidieron ingresarla. 

Es su primera experiencia hospitalaria pero está de buen ánimo. Además es muy fácil comunicarse con ella porque llevaba unos días probando unos auriculares a medida y parece que se va adaptando, bendita tecnología. Poco a poco va recuperando fortaleza y caminando algo y yo también voy superando el susto. En situaciones así es un poco frustrante no estar en Madrid.