Galleria Doria Pamphilj

Repetir viaje a una ciudad es añadir una nueva capa de recuerdos. Vuelves a sitios conocidos pero también descubres cosas nuevas. Me encanta esa sensación y por eso nunca me aburro repitiendo destinos. En el caso de Roma, este es mi sexto viaje, o el tercero si sólo cuento los propiamente turísticos. El primero fue con mis padres y el segundo con jap. Los 3 últimos, en años consecutivos de 2010 a 2012, fueron profesionales, aunque en todos ellos arañé alguna visita turística.

Este último viaje a Roma ya lleva dos novedades, una es la exposición temporal de Manolo Valdés que comenté en la entrada anterior y que sospecho acabará viajando también a Madrid. La otra es el descubrimiento de la Galleria Doria Pamphilj, un palacete en plena Via Corso que presume de ser la pinacoteca privada más grande de Roma. En efecto, los cuadros se superponen en las paredes y hay un gran número de grandes nombres, como Brueghel, Tiziano o Rafael. 

Hay varios platos fuertes en la Galleria Doria Pamphilj. A nivel de espacio, tiene varios salones con gracia aunque mal iluminados y sobre todo una espectacular galería de espejos que acumula pinturas en paredes y techos y esculturas en mármol blanco. En sí misma, esa galería valdría una visita. El cuadro más afamado es un Velázquez: el retrato del Papa Inocencio X que era un miembro de la familia Pamphili. Hay también varios Caravaggios, entre ellos uno muy especial: Descanso durante la huída de Egipto, en el que aparece un ángel de espaldas con alas negras.

Manolo Valdés en Roma

El primer día en la ciudad, nos topamos con una exposición de Manolo Valdés en la Via Corso. No es un artista que yo tuviera controlado pero dBt sí e insistió en entrar. Es un artista valenciano que vive actualmente en Nueva York y debe tener unos 80 años. Hace obras de gran formato, pintura y escultura indistintamente, y se inspira en otros artistas. Probablemente sus obras más conocidas sean las Meninas de gran formato, en distintos materiales: madera, cuarzo, bronce... Otras obras son re-interpretaciones de cuadros de Matisse, Rubens, Léger... 

No había nadie más en la exposición así que pudimos disfrutar de toda esa obra tan interesante nosotros solos. Me encantó descubrir a un nuevo artista contemporáneo español en Roma. Estoy seguro de que a partir de ahora me iré encontrando con obras de Valdés con mucha más frecuencia o, para ser más preciso, seré capaz de reconocerlas. Con algunas de esas Meninas ya me había cruzado antes y, sin ir más lejos, hay unas cabezas suyas en la T4 de Barajas desde hace más de 15 años!. 

Roma: bici eléctrica en el Tíber

Empezamos el mes de mayo en Italia y aquí lo acabamos también. Después del éxito del viaje a Venecia, decidimos que había que aprovechar este periodo de menor actividad turística para que dBt conociera Roma antes de la llegada de la temporada de verano y la apertura generalizada con el avance en el ritmo de vacunación. 

El primer día lo hemos dedicado a hacer una buena exploración general de la ciudad. Caminamos por el exterior del Foro Romano y el Mercado de Trajano, y callejeamos hasta la Plaza de España y la Plaza del Popolo. Desde allí nos acercamos al río. 

Al bajar a la ribera del Tíber nos tropezamos con dos bicicletas eléctricas de Uber y decidimos aprovecharlas para avanzar un poco y descansar los pies. dBt ya había probado el sistema en París pero para mí era la primera vez. Se toman y dejan en cualquier sitio con la app, y se pagan en el momento. Apenas hay que pedalear porque a la mínima se disparan así que supongo que van muy bien para cubrir grandes distancias o cuestas. En ciudad me daría miedo usarlas por la facilidad con la que cogen velocidad. En cualquier caso, nos vinieron de perlas para ponernos en la otra punta de Roma en un santiamén, usando el carril bici del Tíber hasta la Isla Tiberina. Desde allí continuamos caminando por el barrio de Trastevere, que estaba bien animado de terrazas y gente en la calle. Claro, que no hay otra opción, porque en Italia los interiores de los bares y restaurantes continúan cerrados hasta el 1 de junio. 

Ruta por Lavapiés

Esta semana hemos hecho una ruta turística guiada por el barrio de Lavapiés. Fue cortesía de Belén, que tiene un guía de confianza con el que lleva varios años haciendo rutas por Madrid y, en algunas ocasiones, incluso fuera de la Comunidad. 

Partimos de la Plaza del Cascorro, en el Rastro y desde allí callejeamos para ir deteniéndonos en varios puntos de interés: una cárcel eclesiástica en la calle Cabeza, el local en el que se fundó Podemos en Torrecilla del Leal, las mezquitas del barrio, alrededor de la Plaza de Nelson Mandela, etc. Fue un recorrido de aproximadamente una hora y media lleno de referencias históricas que yo aún fui capaz de seguir pero con las que dBt y jap se perdieron a menudo. Con todo, fue una buena actividad y una forma diferente de recorrer un barrio que nos gusta mucho. Vimos también varias muestras de arte urbano interesantes aunque no fueron objeto de mención alguna. Claro que entiendo que los guías turísticos no puedan saber de todo (o no quieran contar todo lo que saben).

Vigo Vertical

Este fin de semana descubrí que hay un plan municipal denominado Vigo Vertical, financiado por la Unión Europea, y consistente en toda una serie de intervenciones, desde ascensores a escaleras mecánicas, destinadas a salvar los fuertes desniveles que hay en la ciudad. Me enteré de todo eso a raíz de visitar la última de las intervenciones: las rampas de la Gran Vía, que van desde la estatua de los Redeiros hasta el Corte Inglés. Me gustó casi todo: los colorines, los bancos, las plantas y, por supuesto, las rampas, que son lo principal. Hubiera preferido una arquitectura en semi-cilindro pero, mira, bienvenidas sean las rampas en cualquier caso. A mis padres, en cambio, les parece todo horroroso pero bien es verdad que nunca le pasan una al pobre alcalde. 

Después de varios viajes quedándome en hotel, esta vez me quedé en casa de mis padres. Quedándome con ellos, pierdo en independencia pero gano en tiempo de convivencia. Fue un fin de semana muy tranquilo, con una comida con mi hermano M y su familia, y otra con mi madrina. Como actividad especial, llevé a mis padres a visitar Salinae, las salinas romanas que no conocían y con las que yo me tropecé en el viaje anterior.  

Presentación de Programación en el Real

Semana intensa, con sarao todos los días. 

El lunes, cena con puesta de sol en la terraza del Only You de Atocha con Oscar, Jaime y jap. Sonó a reencuentro porque ellos estaban recién llegados de vacaciones en La Palma y jap estaba recién llegado de su casa en Asturias, a dónde había escapado veloz tras acabarse el estado de alarma.

El martes me perdí una obra de teatro en el Matadero. Empezaba a las 7 de la tarde y justo ese día tenía la reunión de lanzamiento con la alta dirección del nuevo proyecto global del que soy responsable. Total que no llegué a tiempo. Me dio rabia porque la obra era "Las dos en punto", la historia de las Marías de Santiago, las hermanas Fandiño cuya estatua está en la Alameda. Al menos, fui a buscar a jap y dbt al acabar la obra y cenamos juntos en Lavapiés. A ellos les gustó la obra pero me dijeron que no era para mí, demasiado dura y trágica para lo poco que a mi me gusta el teatro así que me quedé algo más tranquilo. 

El miércoles vino jap a cenar a casa. La idea era hacerlo en la terraza pero al final sólo tomamos el aperitivo porque le da vértigo. Incluso tuvimos que colocar un gran cuadro tapando los barrotes para que no viera el suelo. Dramático. 

El jueves fui con Alberto al Real, a la presentación de la programación de la próxima temporada 2021-2022 que comenzará en septiembre. Es un evento que tiene su gracia, la verdad. Dos horas de explicación sobre las óperas y ballets que vienen, intercaladas con vídeos de directores y artistas, y actuaciones en vivo de sopranos cantando arias. Todo muy bien producido. Ahí aprendí que esa cantinela que me gustaba tanto, es el "Dueto de las Flores" de Lakmé. El final del acto fue el coro de "Va Pensiero" de la ópera Nabucco, que vuelve al Real después de 150 años. Al final me acabará gustando la Opera, ya verás. Todo es cuestión de tiempo. 

Remato la semana con viaje a Vigo el viernes para visitar a mis padres. Madrugón para coger el avión. Espero descansar el fin de semana. 

San Isidro 2021

Hoy hemos tenido un día muy madrileño. En realidad, comenzó portugués, porque yo tuve que estudiar un poco para hacer el examen del nivel A2 este fin de semana. Después del mes de abril de descanso, he retomado las clases esta semana en el nivel B1 con una nueva profesora de Portuguesalia, el sistema online con el que empecé a finales del año pasado. Curiosamente, ayer nos visitó V, el sobrino entrópico, que nos anunció que se va a vivir a Porto en breve así que espero que lo podamos visitar allí este verano y así yo podré podré practicar mi portugués. 

A las 11 de la mañana teníamos visita guiada al museo de Caños del Peral en el metro de Opera. Es el tercer espacio museístico de Metro de Madrid que visitamos. Los anteriores fueron la estación de Chamartín y el vestíbulo de la Estación de Pacífico. En esta ocasión no son antiguas infraestructuras del metro lo que se visitan sino restos arqueológicos que encontraron hace poco más de 10 años cuando ampliaron la estación para poner ascensores y escaleras mecánicas. Entonces se encontraron estructuras de hace unos 500 años cuando la plaza original estaba 8-10 metros por debajo del nivel actual. En concreto: restos de un acueducto que abastecía el Palacio Real, una alcantarilla que canalizaba un antiguo arroyo que iba de Sol a Opera por la actual calle Arenal, y un fragmento de la monumental Fuente de los Caños del Peral. Se conserva uno de los 6 surtidores que tenía y en la plaza actual han colocado una réplica y marcado en el suelo la ubicación de la fuente completa. La visita guiada está francamente bien y proporciona una explicación completa del contexto de la época, la orografía y los usos y costumbres alrededor del agua. 

Después de la visita al museo, y al darnos cuenta de que era San Isidro nos entró curiosidad por acercarnos a la famosa "Pradera". Y allí nos fuimos, aunque no sabíamos que este año habían cancelado la verbena por la pandemia. Aún así nos gustó descubrir el parque, con sus buenas vistas a Madrid, y descubrir también que hay una Ermita muy afamada! Se construyó alrededor de un manantial del que supone que brota agua milagrosa. Es tradición ir a recogerla y hoy, claro, había cola. Aunque había ambiente de picnic y chulaponas, tendremos que volver otro año para ver la cosa en su verdadera salsa.

Hoy también es el décimo aniversario del 15M. A nosotros nos pilló viviendo en París pero recuerdo aquel viaje que hice a principios de junio y mi paseo por Sol. Que tiempos. Fue una época super dura en lo económico pero mucho más interesante en lo político que la actual, con su polarización y simplificación absolutas. 

Despedida de Venecia

Va siendo hora de cerrar mi saga veneciana. Es evidente que es una ciudad que me ha impactado y me ha encantado. Parte del embrujo se debe, sin duda, a que nunca la tuve en mi lista de destinos, así que mi expectativa era muy baja. Sin conocerla, pensaba que estaba sobrevalorada, hiper-masificada, y que a mi el rollo de las góndolas y el romanticismo no me llamaba nada. Sin embargo, he descubierto un destino con un patrimonio artístico inabarcable y una belleza indiscutible. Sigo sin ver la fascinación por las góndolas pero tal vez tengo que esperar a probarlas en un futuro viaje. 

Coincidiendo con nuestra estancia en la ciudad, El País publicaba un super-reportaje en su portada del suplemento semanal: Venecia quiere resucitar. Lo leí mientras estábamos allí y lo he vuelto a re-leer estos días. Está muy bien tanto el texto como la selección de fotos. Explica el impacto tan brutal del turismo de masas en una ciudad tan pequeña y de callejuelas tan estrechas. Afortunadamente, nosotros la vivimos sin gente y tal vez eso haya magnificado esta primera experiencia. Tenemos claro que volveremos, tal vez coincidiendo con una Bienal, pero también que no volveremos a tener una visita tan tranquila como esta, en medio de una pandemia.

Como despedida dejo una selección de fotos de los palacios del Gran Canal y del Puente de Rialto. Para ir a la estación de autobuses cogimos el vaporetto de la línea 1 que hace todo el recorrido del Gran Canal, alternando paradas en las dos riberas. Fue un buen broche para el viaje, aunque desde el avión aún tuve el regalazo de poder disfrutar de unas super vistas de Venecia con la luz dorada del atardecer.