Robbie Williams en Barcelona

Es la tercera vez que veo a Robbie Williams en directo, contando una breve actuación en Hyde Park en el marco del Diamond Jubilee de la Reina Isabel II. Sin embargo, no creo que vuelva a repetir experiencia porque  tampoco me gusta tanto su música y porque me resulta algo cargante el personaje. 

En realidad, el concierto de anoche en el Palau Sant Jordi estuvo muy bien: él está en buena forma física y vocal, y el show incluyó todos sus grandes éxitos, como corresponde a esta gira de celebración de sus 25 años de carrera. La producción del espectáculo, en cuanto a calidad de la música en directo y el montaje de luces y grandes pantallas de vídeo, también es muy buena. En definitiva, buen concierto. Simplemente, no me acaban de convencer todas sus canciones (estimo que sólo la mitad) y él me cansa bastante. Ayer, en particular, tuvo un concierto-sesión de terapia en el que detalló todos sus temores, frustraciones y subidas al cielo seguidas de bajadas al infierno, incluyendo sus adiciones y toda una galería de problemas de salud mental. Todo un tormento. Y yo no lo veo curado...

Vigo - Barcelona

Este es uno de esos fines de semana de mucho trajín, con 24hr en Vigo y menos de 24 en Barcelona. El plan original era un fin de semana atlántico, pero se acabó cruzando un concierto de Robbie Williams en el Mediterráneo, así que acabé combinándolo todo, en pequeñas dosis, en lugar de renunciar a alguno de los planes.  

En Vigo, disfruté de mi madre y de la "tradicional" comida familiar de los viernes que, ahora, en ocasiones, ocurre fuera de casa. Desde la muerte de mi padre, todo tiempo me parece poco para pasarlo con mi madre. A pesar de su actividad y sociabilidad, la veo frágil y sé que se siente sola, especialmente por las  noches. Intento disfrutar de lo bien que está ahora mismo, pero a veces me angustia su creciente sordera y su vulnerabilidad. Supongo que son temores similares a los que sienten los padres por los hijos: esa intranquilidad de que les pueda pasar algo. 

En Barcelona, nos vimos con Oscar y Jaime, en casa de su amiga Montse, un duplex pegado a la Catedral, con una terraza con vistas espectaculares en 360º; un absoluto lujo y belleza. Me encantó conocer a esa amiga, a la que veo potencial para tertulias infinitas. Al lado de su casa, descubrimos los restos romanos del Templo de Augusto, una de esas pequeñas joyas escondidas que tiene la ciudad. 

Paseo de Cologny a Ginebra

Como remate de la semana de David en Ginebra, el último día vino a buscarme a la oficina, que está situada en Cologny, a unos 15 minutos en autobús desde la ciudad. Hicimos el paseo de vuelta a casa andando. 

Cologny es un "pueblo" de ultra-ricos situado en la ladera izquierda del lago Leman. La variedad y calidad de las mega-mansiones es apabullante. Atravesando todo ese lujerío llegamos a la orilla del lago y desde allí continuamos hasta nuestro apartamento en Eaux-Vive. El recorrido total nos llevó aproximadamente una hora y nos permitió disfrutar de un bonito atardecer en el lago. Se notan los días grandes y la incipiente transformación de Ginebra para la nueva temporada, con la proliferación de terrazas, locales de alquileres de barcos y toda una serie de servicios de ocio vinculados al buen tiempo. Esto promete. 

Parque de los Acantilados de Champel

Entre ayer y hoy, le estamos tomando las medidas a Ginebra, al menos a la parte de la ciudad que está situada en la ribera izquierda del lago y el Ródano. No es una ciudad tan pequeña como me parecía, pero ciertamente manejable a pie. 

Hoy recorrimos el barrio de Champel, muy elegante y señorial, con el Parque de Bertrand en su interior.  El límite del barrio lo marca el río Arve, en una zona denominada "Falaises" (acantilados). Allí hay otro parque, con zona de juegos para niños, casetas de insectos y una zona boscosa que desciende con grandes pendientes hacia el río. Las vistas desde allí son ya totalmente campestres, apenas queda rastro urbano. Ya no hay más Ginebra. 

La confluencia del Arve y el Ródano

Este fin de semana vino David a Ginebra. Me vino bien quedarme porque llevo una vida con mucho ajetreo y viajes casi todos los fines de semana. Además, eso nos ha permitido recibir el resto del pedido de IKEA y completar el montaje del armario que se había quedado a medias hace un mes. Ya tenemos también lavadora y TV operativas así que. poco a poco, este piso de Ginebra se va dotando de vida. 

Para descansar de las labores de bricolaje, el sábado por la tarde dimos un largo paseo por zonas de la ciudad que aún no habíamos explorado. Nos acercamos al barrio de Plainpalais y a la ribera del río Arve, un afluente del río Ródano que viene de Chamonix y el Mont Blanc. 

El río Arve confluye en el Ródano en un punto conocido como Pointe de la Jonction. Es un buen lugar para observar la puesta del sol y para percibir la distinta coloración de los dos río, uno con origen en glaciares (el Arve) y por lo tanto más verdoso azulado. La zona tiene evidente encanto natural pero está algo descuidada. Por lo visto, hay un importante proyecto en marcha para crear un gran parque urbano transformando los terrenos industriales de la zona. 

Parque Lineal del Manzanares

Este fin de semana en Madrid, hemos descubierto el Parque Lineal del Manzanares. Le teníamos ganas porque se ve desde el tren antes de llegar a Atocha (por ejemplo, al volver de Zaragoza, o más recientemente desde Córdoba) y porque, en una colina, tiene una escultura de Manolo Valdés. Esa enorme cabeza, denominada Dama del Manzanares, es un auténtico icono, una especie de bienvenida a la ciudad, cuando llegas en tren desde las rutas del sur o del este.  

El parque está cerca del Hospital 12 de Octubre y fue diseñado por Ricardo Bofill en un antiguo vertedero. De hecho, las dos colinas que tiene, la de la Dama, y otra más alta con un mirador, fueron levantadas artificialmente a partir de materiales de deshecho. Hay varias intervenciones paisajísticas: por un lado el eje de la colina-pirámide con la escultura y por otro lado, otro gran eje peatonal, llamado Paseo de los Sentidos, con fuentes y plazas. Además del encanto del río atravesando el parque, el otro gran atractivo son las vistas hacia el centro de Madrid, con su perfil de edificios reconocibles, desde la Plaza de España a las nuevas Torres de la Castellana, pasando por Torre Picasso o el "Pirulí". 

Libros

Esta fue una semana corta de trabajo. Pasé sólo dos días en Ginebra, entre el arranque de semana en Córdoba y el viaje a Vigo este viernes para pasar el fin de semana. 

En casa de mi madre, he continuado con la operación reliquias, combinando revisión, limpieza y orden. He tirado algunos apuntes de la carrera de Psicología. Curiosamente, en ningún caso, asignaturas completas, sino sólo fotocopias o temas que no me parecían interesantes. Necesitaré algún viaje más para completar el repaso de toda la documentación de los años de Santiago. En cambio, sí pude completar una primera vuelta a todos los libros de la casa. 

Ignoro cuantos libros se acumulan en casa de mis padres. Calculo que en torno a los 500, repartidos entre mi habitación y el salón. Estaban totalmente desorganizados, atiborrando estantes sin orden ni concierto. Este fin de semana le di una primera vuelta a casi todos y comprobé el predominio claro de libros de novela histórica o biografías, principalmente de mujeres. Había también algunos volúmenes repetidos, candidatos claros a viajar a Madrid en algún momento. Allí, pasito a pasito, voy acumulando de nuevo un número significativo de volúmenes, a pesar de que los fondos principales de la biblioteca siguen en el destierro. 

Mezquita de Córdoba

Como broche del fin de semana largo en Córdoba, hicimos dos visitas a la mezquita, una diurna y otra nocturna. Las dos fueron necesarias: la primera para poder pasear a nuestro aire, perdernos en el bosque de columnas y hacer fotos. La segunda, la nocturna, para tener el contexto y las explicaciones con la visita audio-guiada, y disfrutar del juego de iluminación que montan. 

Desde cualquier punto de vista, la mezquita-catedral de Córdoba es un edificio y maravilloso, uno de esos puntos de inflexión artísticos de la Humanidad, dado que influenció y guió todo el arte islámico y mudéjar posterior. Es impresionante pensar que tiene más de 1000 años y sorprendente que las sucesivas ampliaciones, durante un período de 200 años, mantuvieran la armonía y coherencia del diseño original, hasta llegar hasta los 800 arcos actuales. Ciertamente, la construcción en el siglo XVI de una catedral gótica-plateresca en el interior, destruyó la armonía original, pero vista con la perspectiva de los 5 siglos transcurridos, se creo una mezcla de estilos arquitectónicos y decoraciones religiosas absolutamente impactante.