sábado, 25 de marzo de 2023

Vigo - Barcelona

Este es uno de esos fines de semana de mucho trajín, con 24hr en Vigo y menos de 24 en Barcelona. El plan original era un fin de semana atlántico, pero se acabó cruzando un concierto de Robbie Williams en el Mediterráneo, así que acabé combinándolo todo, en pequeñas dosis, en lugar de renunciar a alguno de los planes.  

En Vigo, disfruté de mi madre y de la "tradicional" comida familiar de los viernes que, ahora, en ocasiones, ocurre fuera de casa. Desde la muerte de mi padre, todo tiempo me parece poco para pasarlo con mi madre. A pesar de su actividad y sociabilidad, la veo frágil y sé que se siente sola, especialmente por las  noches. Intento disfrutar de lo bien que está ahora mismo, pero a veces me angustia su creciente sordera y su vulnerabilidad. Supongo que son temores similares a los que sienten los padres por los hijos: esa intranquilidad de que les pueda pasar algo. 

En Barcelona, nos vimos con Oscar y Jaime, en casa de su amiga Montse, un duplex pegado a la Catedral, con una terraza con vistas espectaculares en 360º; un absoluto lujo y belleza. Me encantó conocer a esa amiga, a la que veo potencial para tertulias infinitas. Al lado de su casa, descubrimos los restos romanos del Templo de Augusto, una de esas pequeñas joyas escondidas que tiene la ciudad.