Hôtel-Dieu de Beaune
El lunes hicimos una excursión en tren desde Dijon. A 40 km se encuentra Beaune (se pronuncia "Boun"), un pueblín conocido principalmente por el Hôtel-Dieu, una joya del gótico, un antiguo hospital y albergue para pobres fundado en 1443. Mantuvo su actividad como hospital hasta 1971, cuando decidieron trasladarlo a unas nuevas instalaciones y dejar el edificio histórico como museo. El estado de conservación es excelente. La imagen más conocida es su patio de techos de colores, algo que era típico en Flandes y que se importó en Borgoña porque en aquel momento los dos territorios eran parte del mismo Ducado. El interior es también maravilloso, sobre todo la dependencia principal, la "Sala de los Pobres", una gran nave con camas a ambos lados y una capilla al final, para que los enfermos pudieran asistir al oficio religioso sin tener que moverse.
Eran tiempos muy duros, hacia el final de la Guerra de los 100 Años, entre Francia e Inglaterra, y la pobreza y el hambre hacían estragos. El matrimonio fundador, el Canciller del Duque de Borgoña y su mujer, asignaron viñedos al hospital como fuente de generación de ingresos y desde entonces una vez al año se subastan vinos para recaudar fondos. Además invirtieron en arte para decorar el edificio y convertirlo en una especie de hospital-palacio. La obra de arte principal es un políptico de Roger van der Weyden representando el juicio final cuando está abierto y los retratos de los fundadores cuando está cerrado. Por todo el edificio aparece la insignia "Seule" como testimonio de los remordimientos y arrepentimiento del Canciller, Nicolas Rolin, que escribiendo "única" por todos lados quería hacer olvidar sus numerosas infidelidades. Una delicia de sitio.
Eran tiempos muy duros, hacia el final de la Guerra de los 100 Años, entre Francia e Inglaterra, y la pobreza y el hambre hacían estragos. El matrimonio fundador, el Canciller del Duque de Borgoña y su mujer, asignaron viñedos al hospital como fuente de generación de ingresos y desde entonces una vez al año se subastan vinos para recaudar fondos. Además invirtieron en arte para decorar el edificio y convertirlo en una especie de hospital-palacio. La obra de arte principal es un políptico de Roger van der Weyden representando el juicio final cuando está abierto y los retratos de los fundadores cuando está cerrado. Por todo el edificio aparece la insignia "Seule" como testimonio de los remordimientos y arrepentimiento del Canciller, Nicolas Rolin, que escribiendo "única" por todos lados quería hacer olvidar sus numerosas infidelidades. Una delicia de sitio.