miércoles, 31 de julio de 2019

Arranque de obras

Antes y después del viaje a Zaragoza, hemos pasado por Madrid. Han sido estancias de apenas 24 horas, casi tránsitos entre aviones y trenes, haciendo noche en casa de jap, aunque él está estos días en Ribadesella. 

Hemos aprovechado para pasar por el piso de la calle Reyes. La idea era avisar a los vecinos de que las obras comenzarán en la segunda quincena de agosto pero no pillamos a nadie. Harán la comunicación por teléfono la arquitecta y la contratista. 

Estamos contentos de salir del impasse de varios meses, desde que finalizamos los planos y encontramos a alguien que hiciera la obra. Por el medio, hemos tenido una batalla bastante desgastante con la Comunidad de Vecinos, o más bien diría con el administrador de la finca y la presidenta. Desde aquella Primera Junta, todo apuntaba a dificultades. Y efectivamente, el punto de conflicto estalló con la instalación del aire acondicionado. Ellos erre que erre que lo teníamos que instalar en los balcones (dónde lo tiene la Presidenta y su ex-marido que vive en otro de los pisos). Y nosotros que no que no, que eso está prohibido por el Ayuntamiento de Madrid ya que las fachadas del inmueble están protegidas. En fin, pura picaresca y cutrerío, pero al final las máquinas de aire irán en la cubierta, dónde no molestan a nadie y no tienen impacto visual. Eso sí, sólo aceptaron cuando nos vieron determinados a todo, incluido poner el asunto en manos de abogados y denunciarlo. Duro de pelar.