Londres, punto y seguido.
He completado mi primera semana de trabajo en Londres. Cuando nos movimos de Madrid a París hace un par de años titulé la entrada Punto y aparte, así que por analogía esto es un punto y seguido, ya que seguimos manteniendo el piso en París por el trabajo de dBt y por mi máster. Nada de rupturas radicales como mínimo hasta mediados de 2012. Hace un par de años dudaba si la mejor elección para vivir una temporada en otra ciudad era París o Londres, y finalmente las dos piezas han encajado bien en el tiempo y podré incluso disfrutar de este periodo a caballo entre las dos.
Estos primeros días de trabajo han estado muy bien. Estoy alojado en un hotel que está prácticamente enfrente de la oficina. La zona, Paddington, es una mezcla de barrio típicamente londinense con zona de edificios de oficinas, una mezcla que a mi me encanta. La sede central de mi empresa está muy bien. Es un edificio pequeño pero muy luminoso, muy funcional, y con terraza en la planta 5ª dónde está la cafetería. Me siento muy cómodo, nada que ver con algunas oficinas rancias dónde me ha tocado trabajar en los últimos años.
Mi jefa ha tenido varios detalles muy agradables en esta primera semana. Para empezar, un pack de bienvenida hecho a base de chocolates e información sobre Londres, para que me ubique en la ciudad. El primer día hicimos un paseo caminando hasta el barrio en el que ella vive, incluyendo ver su casa por dentro para que tuviera un primer ejemplo del tipo de alojamiento que hay en la ciudad. También organizó una "happy-hour" fuera de la oficina con unas 10 personas. Mientras tomábamos algo, cada uno me dio su consejo personal de cómo mejor adaptarme a la ciudad y a la empresa. Total, que ha sido un arranque perfecto. He empezado a percibir también las complejidades del trabajo y de la compañía, pero en general creo que tengo por delante una etapa que puedo disfrutar mucho. Ya lo iremos viendo.
Mi jefa ha tenido varios detalles muy agradables en esta primera semana. Para empezar, un pack de bienvenida hecho a base de chocolates e información sobre Londres, para que me ubique en la ciudad. El primer día hicimos un paseo caminando hasta el barrio en el que ella vive, incluyendo ver su casa por dentro para que tuviera un primer ejemplo del tipo de alojamiento que hay en la ciudad. También organizó una "happy-hour" fuera de la oficina con unas 10 personas. Mientras tomábamos algo, cada uno me dio su consejo personal de cómo mejor adaptarme a la ciudad y a la empresa. Total, que ha sido un arranque perfecto. He empezado a percibir también las complejidades del trabajo y de la compañía, pero en general creo que tengo por delante una etapa que puedo disfrutar mucho. Ya lo iremos viendo.