sábado, 22 de febrero de 2020

Comida japo de cumpleaños

Esta semana se ha muerto una buena amiga de jap, Dulce, nuestra guía por Asturias en aquel verano de 2015. Afortunadamente, nos pilló ya de vuelta en París así que, como no estábamos de okupas en su casa, jap pudo hacer su duelo más tranquilamente. Aunque era un final anunciado, cuesta asumir siempre la pérdida de amigos cercanos y más cuando son de energía y vitalidad desbordantes. 

Cada vez me gusta más trabajar desde casa en París. Me permite una flexibilidad que no tendría en una oficina: por ejemplo, ir al gimnasio a cualquier hora del día, esquivando teleconferencias. O salir de comida con dBt entre semana, ahora que él no trabaja. Esta semana lo hicimos en dos ocasiones: una para ir al japo-brasileño Uma Nota, que es probablemente nuestro restaurante preferido en la actualidad, y otra para celebrar mi cumpleaños. 

Efectivamente, el viernes arreglé mi agenda de trabajo para despejarla a partir de las 12, y así nos pudimos ir de comida-celebración. Fuimos a descubrir un espacio japonés nuevo en Le Marais: OGATA, que combina un salón y tienda de té y un restaurante, todo muy zen y muy cuidado. Nos resistimos a la tentación de comprar té (por ahora) porque tenemos mucho. 

Después de la comida, nos acercamos a la Galería Perrotin para ver una exposición de Daniel Arsham, un artista americano que hace una especie de esculturas fosilizadas con materiales minerales o volcánicos. Ha aplicado esa técnica a objetos cotidianos, de vestir, o de tecnología, pero en esta ocasión lo ha hecho con réplicas de esculturas clásicas. Muy interesante. 

Para completar el día de cumpleaños, cenamos con Ronke en Gare au Gorille, un pequeño restaurante en Batignolles que descubrimos hace años pero al que no habíamos vuelto. Y claro, con tanta comilona en los últimos tiempos, entre Madrid y París, me he puesto encima unos 3 kilos...