miércoles, 5 de febrero de 2020

Amanecer en la oficina de Londres

La oficina central de mi empresa en Londres tiene buenas vistas, ya lo había comentado anteriormente. No era consciente, en cambio, de los amaneceres tan vistosos que hay, al menos en esta época del año. El sol sale detrás de la cúpula de St Paul y la vista de los tejaditos, la silueta del Shard y algunas otras torres es francamente bonita. En esta época interna revuelta, con presión creciente por los resultados, me reconforta empezar el día con esa belleza del amanecer. Desde el hotel también hay vistas pintorescas de los tejados y las terrazas pero esas las disfruto menos porque salgo temprano y llego de noche. 

Llevo un par de semanas algo acelerado. El ambiente de la empresa me genera tensión entre la mezcla de mala gestión y expectativas financieras poco realistas.  Nada que no haya vivido en empresas anteriores sólo que en esta tengo un puesto de más responsabilidad y me genera más frustración. A eso le sumo la sobrecarga que supone la reforma del piso en Madrid, aunque dBt lleva el peso de todo. Y por último, creo que también me estresa pensar en la mudanza en medio de viajes y líos de trabajo.