Ejército de Salvación

El descubrimiento musical de este año ha sido Love of Lesbian, sin ninguna duda. Es un grupo al que tenía muy despistado, más allá de "Allí dónde solíamos gritar", una canción de hace años que me recordaba, obviamente, a Barcelona y a algunos de los paisajes que me descubrió David cuando nos conocimos. 

Este año, sin embargo, ha sido una eclosión total de Love of Lesbian para mi. Todo empezó con Contradicción, la colaboración con Rigoberta Bandini, adelanto del último album, Ejército de Salvación. Después vinieron ¿Qué vas a saber? con Amaral  y La Hermandad. Todo el album me parece una obra maestra absoluta, incluida la canción que le da título. Son todo super-hits, impecables en forma y fondo, tanto los contenidos de las letras como la música son perfectos. 

Ha sido tal mi fascinación con este album que he rebobinado en la historia del grupo y encontrado anteriores obras maestras que me había perdido como Bajo el Volcán y Sesenta memorias perdidas. Son canciones con letras brutales que, aunque tarde, se han convertido, definitivamente, en parte de la banda sonora de mi vida. 

La mejor vista de Lucerna

Gracias a una camarera del restaurante japonés Qirin nos enteramos de que las mejorar vistas de Lucerna están en el Hotel Gütsch, un palacete extraño, situado en una colina, al que se accede con un pequeño funicular. La perspectiva de la ciudad es muy buena porque deja en primer plano el casco histórico, con el río y los puentes medievales, y al fondo, el lago y las montañas. Supuso una buena forma de cerrar nuestra escapada de fin de semana a Lucerna. 

Mandarin Oriental Lucerna

Como trabajador del Four Seasons, David tiene acceso a un beneficio maravilloso: tarifas preferentes en Swiss Deluxe Hotels, una página que engloba a los mejores hoteles de Suiza. Además, es un beneficio que ya tiene disponible, frente a las noches gratuitas o con descuentos en los Four Seasons, que tendrán que esperar a que haya acumulado 6 meses de experiencia como empleado. 

Llevábamos años sin ir a un Mandarin, el último en Kuala Lumpur, sin contar el brunch en el de Madrid, porque tienen precios prohibitivos. Reencontrarnos con los Mandarin nos hizo mucha ilusión, porque son nuestros hoteles preferidos, llenos de detalles y atenciones y porque tienen un toque muy moderno que suele faltar en los grandes hoteles de lujo. 

Nos dieron una habitación con vistas al lago, desde la que disfrutar de las vistas del Monte Pilatus y del amanecer detrás de los Alpes. Durante nuestra estancia, vimos como iban colocando la decoración navideña. Fue todo un disfrute de fin de semana y nos sentó de maravilla. 

Colección de Picassos en Lucerna

Lucerna tiene una de esas colecciones privadas que sorprenden: la Rosengart Collection, que atesora un montón de obras de artistas de arte moderno e impresionistas, como Lèger, Paul Klee, Dufy o Modigliani. Con todo, lo más destacado es el gran número de Picasssos: grabados, fotografías, acuarelas, esculturas y cuadros de gran formato. 

Excursión a Monte Pilatus

Desde Lucerna, la excursión más típica es subir al Monte Pilatus, de unos 2000 metros de altitud y dónde se supone que habita un dragón, o también que oculta la tumba de Poncio Pilatos. Hace falta al menos una hora para alcanzar la cima. Primero hay que ir hasta el pueblo de Kriens, a 15 minutos en taxi de Lucerna, o media hora en bus. Desde allí se toma primero un largo telecabina, con dos paradas, y en la segunda se pasa a un teleférico. El ascenso es muy dramático y las vistas impresionantes en todas direcciones: bosques, lagos, montañas y, estos días al menos, nieve por todas partes. 

En la cima del Monte Pilatus hay dos hoteles y varias plataformas de observación. De un lado, se observa el lago de Lucerna en todo su esplendor que, con sus distintos brazos, es uno de los más bonitos de Suiza. Del otro lado, hay vistas impresionantes a los Prealpes. Precioso todo. 

Hasta la cima llega también un tren cremallera, con la pendiente más grande del mundo, pero en invierno está cerrado. Eso significa que en temporada alta, se puede hacer un recorrido circular que combina barco y tren cremallera de un tramo, y telecabina y teleférico de otro. Debe ser la montaña del mundo con más variedad de medios de transporte pintorescos. 

Lucerna con nieve

Hemos venido a Lucerna de fin de semana largo, viernes incluido. En teoría, está a unas 3 horas en tren desde Ginebra, pero tardamos 4 en llegar porque el día anterior cayó una nevada impresionante en la mayor parte de Suiza y la red de ferrocarril andaba alterada. La consecuencia positiva de todo ello fue que nos hemos encontrado una ciudad totalmente nevada, muy de cuento. 

Habíamos estado en Lucerna anteriormente, en visita corta desde Zurich, pero en aquella ocasión el objetivo era encontrarnos con Başak y el potencial turístico de la ciudad, más allá del paseo por el casco histórico, y su famoso puente, nos quedó por explorar. No sabíamos, por ejemplo, que conserva un buen tramo de la muralla medieval desde el que se puede observar el casco urbano y el lago al fondo. 

Video mapping en Ginebra

A lo tonto, llevo dos años en Ginebra. Ha sido todo rápido e intenso. Empecé la nueva etapa con un trasfondo de problemas de salud de mis padres en Vigo y el fallecimiento del padre de David en Zaragoza. 

Hace unos días visitamos la instalación de video mapping en el Museo de Arte e Historia. Eso me recordó el aniversario de la llegada porque, efectivamente, fue el primer "evento" de la ciudad del que tuve constancia y quedó así reflejado en mis primeras impresiones del arranque de etapa en la ciudad. 

Transiciones

El invierno se acerca, el climatológico, ahora que las temperaturas empiezan a descender, y el ideológico, marcado por los bulos y mentiras de la DANA de Valencia y la victoria de Trump. Nuevos tiempos. 

Al menos al pesimismo global, le podemos anteponer algo de optimismo laboral personal. A David le cambian el jefe, y dado el grado de hiper-criticismo del anterior, eso sólo puede suponer algo más de tranquilidad mental. La tranquilidad física, en cambio, no está garantizada. Aunque la temporada hotelera baja en Ginebra, en su hotel padecen una falta crónica de personal, sorprendente para el sector de lujo en el que operan. 

En mi caso, las cosas van mucho mejor. Al verano soberano que he tenido, le ha seguido un otoño igualmente cargado de trabajo, pero mucho más satisfactorio en lo profesional y emocional. Al menos ahora, veo las cosas encarriladas desde el punto de vista moral. Era necesario un cambio de cultura y liderazgo interno, y al menos ahora, ese nuevo rumbo está claramente marcado, apoyado desde arriba y en marcha. Claro que no será fácil ni rápido. 

Hemos conocido un nuevo restaurante agradable en Ginebra, el Club 21, así que vamos completando nuestra lista de sitios favoritos en la ciudad, para preparar las opciones del invierno, y las alternativas culinarias para las visitas.