martes, 12 de julio de 2022

Playa de Torimbia

Había estado en dos ocasiones anteriores, pero ambas en plan turista, no bañista. Esta vez, en cambio, disfruté de la experiencia completa de Torimbia, que incluye las penalidades de acceso. 

Torimbia es una playa espectacular desde cualquier punto de vista, por su forma, por el paisaje totalmente virgen y por la calidad del arenal y de la zona de baño, casi una piscina, muy plana y con oleaje domesticado. Además, es una playa nudista al 80%, mientras que nuestra playa habitual, la  de Vega, sólo lo es al 10%. Todo parecen ventajas. La única pega es una larguísima pista de acceso peatonal con bastante pendiente. Intentar atajar por el monte es casi peor porque el sendero es muy empinado y está en muy mal estado así que te arriesgas a una torcedura de tobillo o esguince. 

Al final de la pista de acceso hay un chiringuito, la única prueba de civilización en algunos kilómetros a la redonda. En el extremo opuesto de la playa, mirando al mar a la derecha, hay un segundo sendero pero no da a la zona de aparcamiento sino a la vecina playa de Toranda (dos últimas fotos), con lo cual el rodeo es considerable. Juan y yo cometimos ese error y llegamos al coche agotados. Eso sí, disfrutamos de las vistas y todas las penalidades quedaron compensadas por todo el ejercicio que hicimos y por el buen rato de baño que habíamos pasado en Torimbia.