jueves, 21 de octubre de 2021

Japan House y Holland Park

He pasado los últimos 10 días en Londres, y acompañado de David los últimos 5. El lunes me lo tomé libre para estirar un poco el fin de semana. Caminamos desde nuestro hotel en Gloucester Road, con vistas estupendas al skyline de Londres, hasta Japan House, en Kensington High Street. Es una mezcla de centro cultural, tienda de lujo y oficina de turismo de Japón. Nos pusimos un poco nerviosos entre tanto objeto japonés, desde utensilios de papelería, hasta cerámica de diseño. Todo carísimo. Nos contentamos con coger algunos folletos turísticos, comprar algo de té y fantasear con volver a visitar el país. 

Desde Japan House nos encaminamos a Holland Park, allí al lado. Es un parque que ya conocíamos, que incluye un pequeño jardín japonés y amplias zonas boscosas. Presté atención a algunos de los bancos del parque, todos "donados" por alguna familia en memoria de algún familiar difunto. Tienen grabado en el frontal el nombre de la persona fallecida con una pequeña dedicatoria. Algunas hacen referencia a cuanto le gustaba a esa persona ese parque en particular. Es ciertamente un bonito recuerdo aunque no sé si me convence ese convertir los bancos de los parques en un sustituto de lápidas de cementerio. Me pone algo nostálgico, pero tal vez sólo sea mi resistencia a aceptar la pérdida de las personas que quiero. 

En plan celebración de la vida, nos vimos durante estos días con varios amigos en Londres. Fue agradable reencontrarse después de tantos meses de pandemia. Para David fue una oportunidad para reconectar con sus amigos treintañeros del mundo de la hotelería, y para mi con ex-compañeros cuerontones de distintas épocas y empresas. Entre ellos vimos a Antonio, a quien no veíamos desde el té, y a su novio americano Mike que se trasladó de California a Londres en plena pandemia con su perro. Los 3 viven felices en Clapham North (un nuevo barrio que conocimos) y se plantean traslado a Madrid en algún momento del futuro.