domingo, 19 de septiembre de 2021

Atardecer en Cabo Estai

Viaje relámpago a Vigo, de esos que me gustan últimamente, con primer vuelo el viernes y último el sábado. Vacié la agenda de reuniones del viernes y salvo un par de llamadas breves con mi jefa, pude disfrutar del día. Fue un día estructurado en 3 actos: sesión de peluquería-manicura-pedicura por la mañana, comida familiar en un restaurante para no sobrecargar a mi madre (el viernes siempre quedan con mi hermano Miguel y su familia a comer), y caminata con puesta de sol en Cabo Estai. 

Desde el aparatoso esguince de hace un par de años, no volvía a Cabo Estai. Es uno de mis sitios preferidos en Vigo, reúne un paisaje rocoso con vistas directas a las Cíes, con poca gente, algo de nudismo en verano y la posibilidad de paseos agrestes con el único sonido del mar. Esta vez recorrí la línea de costa desde el Faro hasta pequeñas calas que no conocía en Canido. Me saqué la camiseta un rato pero, aunque la temperatura era agradable, el aire que venía del mar era bastante frío. Me vino bien estar solo y tranquilo, y así me pasaron un par de horas. Aunque no tenía previsto quedarme tanto tiempo, decidí esperar por la puesta de sol. No defraudó. Esa caída del sol en el Atlántico con el perfil de las Cíes es un espectáculo que nunca cansa.