Foro Romano y Museos Capitolinos

Hemos hecho el Coliseo, el Foro Romano y los Museos Capitolinos todo en el mismo día. Es un recorrido  compacto porque el Coliseo está en un extremo y los Museos Capitolinos en el otro, y entre ambos están la colina del Palatino y el Foro Romano. Hacen falta muchas horas para hacerlo todo, pero si algo ha demostrado este viaje es que estamos en plena forma. Hacía años que no caminábamos tanto en una ciudad; estamos superando los 20 mil pasos a diario. 

El Coliseo nunca decepciona. Es tan grandioso que no deja indiferente. Con el Foro y el Palatino hay que echarle más imaginación pero no deja de ser una belleza toda esa superposición de restos arqueológicos y las vistas del conjunto desde la colina. 

La visita a los Museos Capitolinos tuvimos que dividirla en dos partes. En la primera, vimos una exposición temporal de los Mármoles de Torlonia, una colección privada que llevaba 80 años sin exponerse, desde la 2ª Guerra Mundial. Se exponen unas 90 piezas del total de más de 600 que tiene la colección. Hay bustos, estatuas completas, jarrones y todo un sinfín de piezas de mucho valor que probablemente viajarán por el mundo antes de volver a Roma a un nuevo museo.

Tras la exposición de los mármoles tuvimos que irnos a hacer una PCR, ya que es obligatoria para volver a España. Fue un fastidio porque nos partió el día y además porque tuvimos un largo tiempo de espera. Fue la primera vez que nos hacían la prueba introduciendo el hisopo primero en la garganta y luego en las fosas nasales; una cochinada bastante desagradable, la verdad. Después de esa experiencia iniciática que esperamos no tener que repetir, volvimos a los Museos Capitolinos y recorrimos la colección permanente. Todo muy interesante, y el complemento ideal a la visita del Foro Romano ya que la mayor parte de la colección son antigüedades clásicas, incluyendo el famoso bronce de la loba capitolina amamantando a Rómulo y Remo.