Fines de semana de (casi) encierro

Aunque el proceso todavía no ha acabado, estoy muy satisfecho con los avances. Me queda lo más laborioso: leer y cribar documentos y revistas y decidir qué merece la pena guardar. Había descartado hacer toda esta labor de limpieza en París y creía que ocurriría en Madrid, tras la mudanza. El parón de estas semanas ha cambiado las cosas (para bien).
Después de la locura de viajes y actividades de los últimos meses, o más bien años, estas semanas de vida lenta me vienen de maravilla. En breve tendré unos días extras de vacaciones, los festivos de Semana Santa, y lejos de agobiarme, me encanta la idea de disponer de más tiempo para continuar con la limpia de papeles, leer un montón de libros que tengo pendientes, escribir o simplemente tomar el sol. Afortunadamente, nuestro sofá está ubicado estratégicamente y puede utilizarse en plan tumbona. Hay días que hasta me quito la camiseta y me pongo protector solar; algo que nunca había hecho. Es todo un lujo cotidiano en estos días tan soleados de primavera en París.