La rutina de París
He trabajado en París, desde casa, 7 días laborales seguidos, todo un récord. Estoy aprovechando la indefinición organizativa actual para viajar menos hasta que sepa en qué parte de Europa voy a caer. Aunque trabajar desde casa se me hace más monótono, lo compenso con rutina diaria de gimnasio, algún paseo por París con dBt, y serie o documental Netflix por la noche.
Una de las tardes de esta semana, aún estivales, fuimos al Musée d’Orsay para ver la exposición de Picasso: Bleu et Rose. Estaba algo masificada pero nos gustó bastante porque es la etapa del artista anterior al cubismo que a mi siempre me ha parecido la más interesante.
En cuanto a las series, nuestro último gran descubrimiento de la temporada ha sido La Casa de las Flores, un culebrón mexicano, con toques de telenovela que nos ha encantado. Además, yo también me he visto un montón de documentales sobre narcotráfico, en concreto sobre el Cartel de Medellín, como efecto colateral de la lectura de Fariña este verano. Así, he descubierto con fascinación la historia de Pablo Escobar, y los testimonios de Popeye, uno de sus sicarios, y de Virginia Vallejo, una de sus amantes. Con todo, lo más interesante son los vídeos de Juan Pablo Escobar, el hijo, que ahora vive en Buenos Aires y tiene una opinión muy informada y sensata sobre todo aquel periodo y la necesidad de legalizar el tráfico de drogas para acabar con todas las mafias que hay por el mundo.
Una de las tardes de esta semana, aún estivales, fuimos al Musée d’Orsay para ver la exposición de Picasso: Bleu et Rose. Estaba algo masificada pero nos gustó bastante porque es la etapa del artista anterior al cubismo que a mi siempre me ha parecido la más interesante.
En cuanto a las series, nuestro último gran descubrimiento de la temporada ha sido La Casa de las Flores, un culebrón mexicano, con toques de telenovela que nos ha encantado. Además, yo también me he visto un montón de documentales sobre narcotráfico, en concreto sobre el Cartel de Medellín, como efecto colateral de la lectura de Fariña este verano. Así, he descubierto con fascinación la historia de Pablo Escobar, y los testimonios de Popeye, uno de sus sicarios, y de Virginia Vallejo, una de sus amantes. Con todo, lo más interesante son los vídeos de Juan Pablo Escobar, el hijo, que ahora vive en Buenos Aires y tiene una opinión muy informada y sensata sobre todo aquel periodo y la necesidad de legalizar el tráfico de drogas para acabar con todas las mafias que hay por el mundo.
