SFMOMA
Semana de trabajo completa en San Francisco. Era un viaje que tenía pendiente desde el año pasado, cuando lo tuve que cancelar y regresar a Ginebra. Esta vez he volado desde Nueva York: 6 horas de vuelo! Me cuesta procesar que de una costa a otra de Estados Unidos haya una distancia tan inmensa. Tuve un aterrizaje con vistas, de esos que me recuerdan porque siempre seré un viajero de ventanilla.
La primera tarde en la ciudad, la del lunes, me acerqué al SFMOMA. Ya lo conocía, de la visita anterior a la ciudad con David, pero sólo recordaba el túnel de colorines de Olafur Eliasson. La colección permanente es pequeña pero tiene bastantes obras de interés, incluyendo arte moderno mexicano, arte pop, y una sala de calabazas de Yayoi Kusama. Las exposiciones permanentes ocupan la mayor parte del museo, pero en esta ocasión ni fu, ni fa.