domingo, 30 de enero de 2022

De Ponte Sampaio a Benidorm

El viernes viajé a Vigo con el Alcalde. Iba en el asiento de delante, acompañado de su equipo de Comunicación. Comentaban los datos de audiencia de la noche anterior en el Hormiguero, en el que Caballero tuvo un "cara a cara" con Revilla. Nosotros apenas los vimos, porque estábamos pendientes del las semifinales del Benidorm Fest

Después de la larga comida familiar del viernes disfruté de una puesta de sol épica en Cabo Estai. He convertido en un clásico de mis viajes a Vigo ese momento del atardecer. Cada vez se congrega allí más gente. Ha debido correrse la voz de que es el mejor punto para ver el sol hundirse en el Atlántico. 

El sábado fui de excursión con mis padres a Arcade, al fondo de la ría de Vigo. Mi padre no estaba para muchos paseos pero disfrutamos del solazo (18º) y las vistas. Comimos en A Casa do Muelle en la que,  más allá de la comida, nos llamó la atención el robot bandejero que acompaña al camarero con las comandas. Después de comer nos acercamos a ver el puente medieval de Ponte Sampaio, un paraje precioso en la desembocadura del río Verdugo en la ría de Vigo. 

Volví a Madrid en la tarde del sábado, a tiempo de ver la final del Benidorm Fest. Fue muy decepcionante que no ganaran ni Tanxugueiras, maravillosas y poderosas, ni Roberta Bandini, de la que somos muy fans. Cualquiera de las dos opciones hubiera sido una excelente representante para Eurovisión, en lugar del rollo latino que lleva Chanel, muy visto y machistoide.