domingo, 11 de abril de 2021

Encuentros tras la vacunación

Llevaba casi 9 meses sin ir a Vigo, y sin ver a mis padres. Nunca habíamos pasado tanto tiempo sin vernos. La última vez fue en el 90 corona-cumpleaños, en el verano pasado. Después, entre mudanzas París-Madrid, segundas y terceras olas y cierres perimetrales ha ido pasando el tiempo. Ahora ya no tenía sentido demorarlo: tantos mis padres como mi madrina están ya vacunados (o semi-vacunadas, en el caso de ellas) y cada vez pesaba más la distancia física. Armado de una prueba de antígenos negativa y las fotocopias del DNI de mis padres, he hecho un viaje relámpago este fin de semana, dispuesto a justificar que dada su avanzada edad no podía seguir esperando más. No hizo falta dar explicaciones porque nadie me preguntó nada. 

El sábado fue un día super lluvioso pero, después de comer en casa de mis padres, aún pude disfrutar de un paseo con mi madrina y su hija por el Parque de Castrelos, que lucía un verde super luminoso. Nos pusimos al día y tuve la suerte de comerme un par de filloas en su casa. El domingo, ya soleado, di un pequeño paseo con mis padres por Samil antes de comer, y otro después por El Castro. Nos sentó bien a todos vernos y abrazarnos después de tanto tiempo.