El Discóbolo en el British Museum
He comenzado a leer la Historia del Arte de E.H. Grombich, una obra de los años 50 muy afamada por su carácter riguroso pero lenguaje muy asequible. Arranqué el libro en Galicia durante las vacaciones, con la edición española de Ana, y he continuado con la edición francesa que había comprado yo en París hace unos meses y que tenía literalmente sin desempaquetar. El caso es que ahí estoy pillado con el arte griego y su estudio del cuerpo humano.
Hoy me he acercado al British, aprovechando que era festivo, con Miki, un amigo que se ha venido recientemente a Londres a vivir y trabajar. Hemos deambulado sin orden por las salas mientras charlábamos de todo un poco. Me ha gustado todo el recorrido pero lo mejor ha sido encontrarme el Discóbolo en el medio del patio cubierto, en situación super-destacada, en plan verano olímpico. La escultura original griega de bronce del año 450 AC se perdió pero el Museo Británico guarda una de las dos copias romanas en marmol (la otra está en Roma). También estaba expuesto el cartel de los Juegos de Londres de 1948 con el Discóbolo en primer plano. Y me ha encantado la copia contemporánea de la escultura realizada por un artista chino, Sui Jianguo, en plan Discóbolo maoista, una reinterpretacion estupenda de la obra, de un blanco inmaculado.