48 horas en Londres
Como arranque de vacaciones hemos estado unas horas en París, apenas tiempo para una cena, un desayuno y un paseo breve por el nuevo barrio de Montparnasse. Enseguida nos hemos ido a Londres, dónde hemos pasado 2 días de no-parar, antes de volar a España. dBt quería aprovechar el tiempo porque no sabe cuando tendrá oportunidad de volver a la ciudad.
El sábado por la noche cenamos de bocata viendo la puesta de sol en Primrose Hill, que tiene buenas vistas sobre toda la ciudad. Después bajamos a Hyde Park para ver un concierto de Saint-Etienne, grupo de música electrónica del que nos hemos hecho fans (para muestra su single "Tonight"). El público estaba super emocionado porque el "Team GB", el equipo olímpico de UK, había conseguido 6 medallas de oro ese día!!.
El domingo arrancamos el día en la Tate Modern, para visitar el espacio nuevo de The Tanks, en los antiguos depósitos de la estación. Nos gustó regular, supongo que eran instalaciones demasiado modernas para nosotros. Nos gustó más la terraza del café para "Tate members" con vistas a The Shard, el nuevo rascacielos. También nos gustaron mucho las performances que había en el hall de entrada, en la sala de turbinas: un grupo de "gente" corría, andaba, se arremolinaba... todo en supuesto desorden pero obviamente con su planificación.
Después de tanto arte contemporáneo, nos fuimos en metro a North Greenwich, la zona del O2 Arena. Nos encantó toda la zona, una península con vistas al Támesis y a Canary Wharf, pero el objetivo era el teleférico, bautizado como Emirates Air Line. Con ese nombre es fácil adivinar quien ha puesto la mayor parte de la financiación. Tuvimos que hacer algo de cola, pero soportable y supongo que en cuanto pasen los Juegos no habrá mayores problemas para acceder (vale la tarjeta de transporte público Oyster). Las vistas merecen la pena y el teleférico acaba en los "Royal Docks", una zona portuaria totalmente rehabilitada y llena de bares y restaurantes. Nosotros seguimos ruta hasta Strafford, para ver los alrededores del Parque Olímpico, y posteriormente nos acercamos al Victoria Park, otro parque en el que hay pantallas de vídeo para subir los juegos. Nosotros no les hicimos mucho caso. Lo nuestro era subir a la noria que tienen instalada para la ocasión, en plan fiesta de pueblo.
En definitiva, un agotamiento de fin de semana londinense. Pena que ya haya acabado lo de "contar pasos" en mi empresa, porque seguro que le hubiera dado un buen empujón al contador.