Revisitas en París
Mis padres ya se han ido de París y se ha venido Javier para el concierto de Madonna de este fin de semana. Tenemos el hotelito que no da abasto; no hemos llegado ni a cerrar el sofá cama del salón.
Los días de vacaciones con mis padres me han servido para revisitar algunos lugares y descubrirles nuevos ángulos interesantes. El primero, la Basílica de Saint-Denis. Mi padre tenía mucho interés en volver porque la primera vez había sido una visita algo apresurada y quería localizar las estatuas yacentes de los personajes de Los Reyes Malditos. A mi me sirvió para fijarme en esta ocasión en las vidrieras del ábside y la nave central. Había también una exposición temporal sobre la vida y leyenda de San Denís. Es un santo al que siempre representan en cuadros y esculturas con la cabeza en la mano, así que es muy reconocible. Fue martirizado por los romanos, supuestamente en Montmartre (cuyo topónimo vendría precisamente de ser el "mont martyr") pero el hombre decidió milagrosamente ir con la cabeza en la mano hasta Saint-Denis para ser enterrado allí y no en París.
Otra revisita con novedad ha sido la Opera, en la que he visto por primera vez la biblioteca, pequeña pero con mucho encanto. Por último, de la visita a l'Orangerie me he quedado en esta ocasión con los cuadros de Henri Rousseau y su estilo naif, al que creo que prestaré más atención a partir de ahora. Por cierto, en este museo ya no dejan hacer fotos como antes con los mega-cuadros de nenúfares de Monet. Por un lado es una pena pero claramente la visita se hace más tranquila y cómoda (se nota que he entrado en esa fase en la que los turistas en París me incomodan un poco).