La vida acelerada
Menuda semanita esta última de octubre de 2011. Para recordar. Me han aceptado en el máster que quiero hacer en París en 2012, en la Universidad Dauphine, me han hecho una oferta para un trabajo en Londres, y he firmado las condiciones de salida de mi actual empresa en Madrid. Toda una conjunción astral que todavía me tiene un poco despistado.
La noche del martes la pasamos, jap y yo, en el Parador de Lerma. Era la última etapa de la vuelta en coche a Madrid para que yo cerrara todos los temas pendientes con mi empresa esta semana: firma de finiquito, despedida de compis, empaquetado de cajas... Ahí recibí la confirmación definitiva de que me iban a realizar una oferta para un nuevo trabajo en Londres. Esa luz de atardecer en Lerma representa bien este momento de transición personal y profesional: no se sabe bien si anochece o amanece.
La noche del martes la pasamos, jap y yo, en el Parador de Lerma. Era la última etapa de la vuelta en coche a Madrid para que yo cerrara todos los temas pendientes con mi empresa esta semana: firma de finiquito, despedida de compis, empaquetado de cajas... Ahí recibí la confirmación definitiva de que me iban a realizar una oferta para un nuevo trabajo en Londres. Esa luz de atardecer en Lerma representa bien este momento de transición personal y profesional: no se sabe bien si anochece o amanece.