sábado, 14 de agosto de 2010

De vuelta en Barcelona: primeras novedades

Transcurrido año y medio desde el traslado de dBt a Madrid (y el posterior movimiento conjunto a París, hace unos meses), hemos vuelto a Barcelona. Volvemos con la emoción de reencontrarnos con algunos lugares conocidos pero también de descubrir muchas otras cosas nuevas.

Para empezar, aterricé, hace un par de días, en la nueva Terminal 1 del aeropuerto, muy amplia y con una zona de tiendas en varios pisos bastante espectacular que recuerda a un centro comercial. La conexión con la Plaça de Catalunya es comodísima: tropiezas con los "aerobuses" al salir del edificio, y están saliendo cada 5 minutos.

Ya en el centro sacamos entradas para la visita guiada al Palau de la Música Catalana. Todo vino bastante rodado porque pasábamos por la puerta de camino a casa de Oscar, dónde nos quedamos estos días. Cuando planificamos este viaje hace varias semanas, todavía desde París, pensábamos en venir  al piso que dBt tiene en el Vall d'Hebrón, que estaba vacío. Afortunadamente el piso se ha alquilado de nuevo, y ahora estamos de okupas en pleno centro, en el barrio de la Ribera, aprovechando que Oscar se ha ido de viaje. El Palau nos queda a unos 5' andando.

Tantos viajes a Barcelona y no entiendo cómo no había visitado todavía el Palau. La visita guiada dura aproximadamente una hora y me gustó muchísimo. La arquitectura es modernista; el edificio se construyó entre 1905 y 1908. La Sala de Conciertos es muy espectacular, con decoración muy recargada pero que no llega a cansar (tal vez sólo porque a mi este estilo me gusta y otros me saturan). Todo, como explicaba el guía, es una alegoría de la naturaleza: el sol central con la claraboya, las columnas tipo arbol, las ramas inclinadas... Ahora que lo conozco, ya sólo me queda asistir a un concierto.
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