Excursión a Porteous y Lignon en bicicleta

Nuevo domingo de ruta en bicicleta, esta vez algo más corta que la del pasado, pero también hacia el río Ródano, por su ribera derecha. En total fueron 20 km ida y vuelta, con dos puntos de interés principales. Por un lado, Porteous, una antigua planta de gestión de residuos, en estilo brutalista, pegada al río y que quedó abandonada durante 20 años. Posteriormente, fue okupada y ahora está gestionada por una asociación que la intenta rehabilitar y convertir en un centro cultural. Nos gustó mucho el ambientillo, con un bar, y una performance con música techno-house. Claro, que queda "trabajiño" para darle una vuelta a todos esos espacios... El otro punto de interés fue Le Lignon, una de esas "cité" de estilo francés, un barrio pegado al río, de los años 60, con construcciones homogéneas y en el medio de bosques impresionantes.

Fête de la Musique en Ginebra: Victoria Hall

Este fin de semana se celebra la Fête de la Musique en Ginebra. Ya no tiene el punto sorpresa-mágico que tuvieron las primeras que vivimos en París, pero, sin duda, aquí también son un gran acontecimiento. En lugar de un día, son todo un fin de semana, y además de los distintos escenarios por toda la ciudad, constituyen una especie de "jornadas abiertas" de distintas instituciones culturales. Aprovechamos para visitar el interior del Conservatorio de Música, con una restauración muy moderna, y el Victoria Hall, una sala de conciertos del siglo XIX, que es una preciosidad y bien vale una visita o dos. 

Excursión a Moulin de Vert en bicicleta

Aprovechando el "fin de semana libre", hemos ido de excursión en bicicleta por una nueva zona, hacia los pueblos de Aire-la-Ville y Cartigny, en la ribera izquierda del Ródano, en su curso hacia Francia. En total fueron 30 km de recorrido, sin sumar otros 3 de pistas no ciclables, que tuvimos que recorrer andando, en el Parque Natural Moulin de Vert, que es un conjunto de lagos pegados al río Ródano. Nos encantó conocer la zona, sumergirnos en toda esa naturaleza y hacer algo de ejercicio físico (5 horas, ida y vuelta). 

Club de Golf de Ginebra

Esta semana he comido en el Club de Golf de Ginebra para celebrar el 50 cumpleaños de un compañero de trabajo. Está al lado de la oficina, así que el sitio es práctico. Sin embargo, el acceso está reservado a miembros del Club. Una pena porque el sitio me encantó: un edificio estilo "chateau" y un restaurante de primera. No me lo esperaba así. Claro, que era mi primera vez en un club de golf y, como la ignorancia es atrevida, me esperaba algo moderno y funcional. 

La comida fue memorable porque éramos 13 personas, incluyendo algunas de las personas más relevantes de la oficina. Me preguntaron cual era mi momento más memorable desde que me había incorporado y aproveché para hacer un alegato re-fundacional de la institución, aprovechando el ambiente de crisis que se vive. Me quedó francamente bien. A ver si sirve de algo. 

3 semanas de crisis

Estoy haciendo jornadas de trabajo de 12 horas entre semana, y de 6 los fines de semana. Este último, por fin, he tenido un respiro y lo tengo libre. 

A un ritmo de trabajo que ya era muy alto, se le ha superpuesto ahora una potencial crisis mediática. Es una experiencia profesional que no había tenido hasta ahora y, en ese sentido, está siendo un gran aprendizaje. Aún así, hay cosas que preferiría ahorrarme y esta es una de ellas. No es sólo la cantidad de horas invertidas, es también el esfuerzo mayúsculo que supone intentar entender porque ciertas decisiones del pasado se tomaron o dejaron de tomar. Demasiada energía invertida en un pasado del que no fui parte y substraída de lo que verdaderamente me motiva, que es construir un presente y futuro mejor para la organización. 

Viaje cancelado

Hace 3 semanas, en pleno viaje de trabajo a San Francisco, durante la escala en Londres, tuve que regresar a Ginebra. Nunca me había pasado nada tan dramático. Acabé pasando el día en Heathrow, intentando recuperar la maleta y encontrar un vuelo de vuelta. Fue, posiblemente, el día más desperdiciado de mi vida. Desde entonces, he trabajado todos los días, fines de semana incluidos, en modo crisis. Vivir para ver.