domingo, 25 de junio de 2023

Abuela en Ginebra

Me he traído a mi madre a Ginebra una semana, de miércoles a miércoles. La semana pasada me tomé 3 días de vacaciones: el miércoles para la operación traslado y jueves y viernes para hacer algo de turismo. Hemos tenido incidencias varias: pérdida de su maleta, que llegó al día siguiente, mareos, una caía muy aparatosa en casa, cansancios varios y también algo de nostalgia y lágrimas por mi padre. 

Pese a todos las incidencias, hemos pasado unos buenos días de vacaciones. Estos días la ciudad ha estado muy animada, con escenarios por todos lados para celebrar la "Fête de la Musique". Hicimos los básicos de la ciudad: el reloj floral, el chorro de agua, el casco viejo y la catedral y por supuesto, el lago. Aproveché para darme el primer chapuzón y, pese a mis temores, he de decir que el agua está bastante buena. 

Aunque mi madre ya no está para muchos trotes, estos días hemos caminado mucho. No deja de ser envidiable que a sus casi 93 años siga tan activa, curiosa y camine tanto. A partir de mañana, llegará David para relevarme y para que yo pueda volver a la oficina.