Murakami en casa
Desde este fin de semana tenemos en el apartamento de París la lámina de Murakami ya enmarcada. La compré en Reyes en la Galería Perrotin, que dispone de un mega-espacio expositivo en Le Marais. Asomarse a su patio interior siempre merece la pena porque además de ser precioso suele tener algún montaje para la ocasión. Durante los últimos meses el patio estaba dominado por el "ojo" de la exposición de JR, un artista-activista muy interesante que ha realizado grandes exposiciones callejeras de fotografías de gran tamaño (por ejemplo docenas de esos ojos colonizando las favelas de Brasil). También durante estas Navidades, tenían una pequeña exposición homenaje de Murakami a Yves Klein, de ahí que en la tienda hubiera serigrafías numeradas y... que cayera una.
Esta lámina me genera muy buenas vibraciones: los colores, el azul del cielo, esas margaritas con tan buen rollo, y por supuesto ese avión... Ha sido la elección perfecta entre muchas posibilidades. Siempre asociaré Murakami a nuestra primera visita a Versalles con su maravillosa exposición. Esta obra era el recuerdo perfecto de mi transición laboral. Ahora espera, perfectamente empaquetada en París, que yo encuentre por fin piso en Londres para acompañarme, con toda su buena energía, en esta nueva etapa.