domingo, 21 de noviembre de 2010

Arte, Alzheimer y ruedas

Este jueves hice la última de la serie de 4 visitas al Louvre con una abuela con Alzheimer dentro de un programa de voluntariado del que ya hablé en otras ocasiones. Fue la última visita y la más accidentada. Básicamente porque la vuelta a su casa se nos complicó un poco: no había forma de encontrar un taxi, hacía frío, caminamos más de lo deseable... Acabamos haciendo un combinado de bus y metro y acabó realmente agotada, la pobre. También estaba desorientada y tuve que hablarle mucho para tranquilizarla, decirle por dónde íbamos ("ahora estamos en el Boulevard St Germain, ahora en...") y asegurarle repetidamente que yo iba con ella hasta su casa y no la dejaba sola. Al final, ya sanos y salvos, y con su hija en casa, nos echamos unas buenas risas de esa aventura a los 84 años por París adelante.

En la visita guiada al Louvre nos tocó Pintura Francesa de la Escuela de Fontainebleau. Son cuadros del siglo XVI, vinculados al Palacio del mismo nombre, la sede más frecuente de los Reyes de Francia, antes de trasladarse a Versalles. Me gustaron las obras, especialmente la de abajo, "Los Funerales del Amor" de autor desconocido. Es un cortejo funebre pero no da mal rollo, es como festivo. Venus en un carro en el cielo, ve como trasladan a Cupido desde un palacio a la izquierda hasta el Templo de Diana, la diosa cazadora y guerrera, a la derecha. El cortejo está formado por angelitos y niños desnudos. Parece un desfile más que un entierro.
-
Ayer sábado queríamos ir de excursión precisamente a visitar el Chateau de Fontainebleau. La idea era aprovechar el día soleado en París (una rareza en esta época del año) para hacer una excursión. Pero nos quedamos con las ganas. De nuevo una rueda pinchada estropeó los planes. Toda una sorpresa porque el coche no se ha movido del parking en las últimas semanas. En 15 días he tenido que explicar un problema de pinchazo en inglés y en francés, y en ninguno de los idiomas se me da bien. Una plaga.