Confluencias en Lyon

Estos días en Lyon han sido extraños, con mezcla de emociones. Por un lado la alegría de ver en concierto a Kylie, junto a Carlos y Javier. Por otro lado, la tristeza de saber de la muerte repentina del padre de mi cuñada Elvira, justo antes de subirme al tren, hasta el punto que, con los nervios, me subí en un tren en dirección a París, en lugar de Lyon. Por último, la excitación y ansiedad de firmar, mientras estábamos de viaje, un contrato de arras para la compra de un piso en la calle Palau en Barcelona, uno distinto al que visitamos hace 2 semanas. Todo muy loco. 

Hemos navegado todas esas emociones de los últimos días mientras recorríamos la ciudad, que no visitábamos desde 2025. Con Carlos y Javier, subimos a la basílica de la Fourvière y descubrimos desde allí arriba cómo había cambiado el "skyline" de la ciudad, con sus nuevas torres. También recorrimos el casco histórico y bajamos toda la península hasta el Museo de las Confluencias (4 últimas fotos). 

Museo de Bellas Artes de Lyon

En este viaje a Lyon,  aprovechamos para volver al Museo de Bellas Artes, del que no recordábamos nada  salvo el cuadro de Dufy de la cafetería. El edificio es enorme, situado en la plaza del ayuntamiento y con un gran patio arbolado en su interior. La colección tiene un poco de todo, en la línea de los museos franceses de bellas artes. Lo más memorable: un pequeño cuadro de El Greco y la serie de 18 cuadros del Poema del Alma de Louis Janmot, de la que dejo 3 ejemplos en las fotos de abajo. 

Kylie Minogue en Lyon

Lyon está a sólo dos horas en tren de Ginebra, lo que la convierte en un destino interesante para asistir a conciertos de (grandes) artistas cuyas giras no pasan por Ginebra. Hemos ensayado esa posibilidad este fin de semana con un concierto de la gira Tension de Kylie Minogue, al que también se apuntaron Carlos y Javier desde Málaga. Precisamente con ellos la vimos también actuar hace 7 años en París, dentro de la gira Golden. Son, desde luego, los amigos con los que hemos compartido más conciertos: sin ir más lejos, hace dos semanas el de Rigoberta en Barcelona. 

Nos gustó mucho el concierto. Teníamos buenas entradas en las gradas, y los temas son todos grandes éxitos de los últimos 30 años, incluyendo los del último album. La producción está muy cuidada y las coreografías también, aunque nada comparable al despropósito de aquella gira mítica Aphrodite, cuando la vimos por primera vez. 

Aeropuerto de Pekín Daxing

Me he quedado pasmado con el nuevo aeropuerto de Pekín, inaugurado a finales de 2019, antes del inicio de la pandemia del COVID. Es uno de esos espacios impactantes, al estilo del Aeropuerto de Doha o el de Singapur. El diseño es del estudio de arquitectura de Zaha Hadid y se nota en todas esas líneas curvilíneas. Tiene también un jardín tradicional chino al final de uno de sus "tentáculos", en un patio interior (dos últimas fotos). Todo una maravilla. 

Semana de trabajo en Pekín

Esta semana he trabajado desde la oficina de Pekín. Al concierto de Rigoberta en Barcelona, siguió un periplo de vuelos Barcelona - Ginebra - Londres - Beijing. Una vez más, el lado "bueno" del avión para volar a Heathrow es el derecho, que deja buenas vistas de toda la ciudad (dos primeras fotos). 

Era mi primera visita a nuestra oficina en Pekín, que está situada en el CBD, o Central Business District, el barrio de negocios dónde se encuentra el edificio icónico de la televisión china (tercera foto) y muchas otras torres de negocios. Ya había estado por allí hace años, algo que sorprendió a mis compañeros de trabajo, porque la zona no es parte de la ruta turística habitual. 

Ha sido una semana muy productiva en lo profesional, con muchas reuniones con empleados, y un par de cenas de trabajo, y muy limitada en lo personal. No tuve tiempo para hacer nada de turismo. Intenté visitar el Today Art Museum, que nos había gustado tanto, y que tenía una exposición de Mucha. Fue un poco frustrante: no pude entrar porque no admiten pago con tarjeta y yo no llevaba efectivo. Tuve que contentarme con los paneles decorativos de la exposición que había en el exterior (dos últimas fotos). Llegué además empapado en sudor porque hacía muchísimo calor estos días, incluso peor que la semana anterior en Nueva York. El verano no es buena época para caminar por Pekín (y el invierno tampoco!).