Nos hemos quedado impresionados con el grado de progreso de las obras de la Sagrada Familia. Los dos recordábamos, de nuestras primeras visitas respectivas, cuando sólo se podía subir a una de las torres. No éramos conscientes de los avances de los últimos años. Hay dos fachadas completas, las sacristías, casi todas las torres avanzadas, y sobre todo, el interior de la nave totalmente finalizado. La apertura y consagración del interior ocurrió con Benedicto XVI en el año 2010 y creo que nos debió pasar desapercibido porque estábamos en París. El caso es que nos quedamos pasmados nada más entrar: las dimensiones, las vidrieras, el bosque de columnas, el simbolismo de las 4 torres dedicadas a los Apóstoles... Fascinante pensar en ver materializado el esfuerzo de varias generaciones, como con las catedrales medievales. Parecía que no se iba a acabar nunca y en cambio ahora parece factible pensar en verla algún día acabada.