El casco viejo de Estocolmo está, como no podía ser de otra manera, en una isla. La ciudad está asentada en un archipiélago de 14 islas y en una de ellas se originó el primitivo núcleo urbano allá por el siglo XIII. Ese barrio original se llama Gamla Stan y está muy bien conservado, con calles adoquinadas, y buena arquitectura medieval y renacentista. Tiene varios edificios relevantes, como la Academia Sueca, la Catedral y el imponente Palacio Real, un masivo edificio cuadrado del siglo XVII, erigido en el mismo lugar de una antigua fortaleza del siglo XIII. El Palacio tiene más de 600 habitaciones y sólo se visita una de las alas. El interior tiene ese estilo versallesco de molduras doradas, espejos, salones y más salones, mobiliario, pinturas y tapices. No está mal pero es prescindible. Las callejuelas del barrio, en cambio, son un básico en cualquier visita a Estocolmo.