Hemos pasado el domingo en el campo (francés). Concretamente en el parque de la Chevreuse, que ya habíamos visitado hace años. Es una zona popular para hacer senderismo, a una hora en tren del centro de París, más allá del aeropuerto de Orly.
Nos acercamos hasta allí para comer con Ewa, mi compañera del máster, y su familia. Ella es polaca pero vino a Francia como estudiante y ya no se fue más. Se casó con un parisino y ahora tienen 3 niñas. Viven en una de esas casitas unifamiliares, con su jardincito y tal. Llevan ese típico estilo de vida heterosexual que a mi me provocaría depresión profunda en pocas semanas.
Pasamos un día muy agradable, de comida polaca y paseo por el pueblo (muy bocólico con su canal). Subimos hasta el castillo y después paseamos por el bosque. Se acercan claramente los colores del otoño, y eso me encanta y me genera ganas de más naturaleza.