Los emails, que van llegando sin periodicidad definida, poseen todos los ingredientes de las grandes novelas de exploración: naturaleza indómita, con cáscadas de película, ciclones repentinos o volcanes que entran en erupción, bloqueando carreteras; fauna tropical compuesta de multitud de insectos y arañas como la de la foto; comidas exóticas, y repelentes, que incluyen mini-peces de ojos saltones; peligros acechantes en forma de tiburones tras la barrera de coral que protege las costas y... aquelarres de sangre a las 4 de la mañana con gallos decapitados correteando en rituales al mejor estilo vudú.
